Editorial

Autos en caída

El sector automotriz continúa en caída libre ya que en el mes de mayo las terminales produjeron 50.938 unidades, cifra que significa una caída de nada menos que el 36% en la comparación interanual y del 13,9% mensual. De tal manera da cuenta un informe de la Asociación de Fábricas Automotores (ADEFA), consignando además que contabilizado el lapso de los primeros cinco meses de 2014 se lograron 257.519 unidades, significando una baja del 22,2% comparando con las 331.089 unidades producidas en ese mismo período del año pasado.

En el comunicado de la entidad difundiendo estos complicados datos de una realidad que contrasta fuertemente con lo que sucedía el año anterior con el sector, que vivía entonces uno de sus mejores momentos históricos, se sostiene que "en 2014 la producción de vehículos se ha visto fuertemente afectada por la retracción de la demanda desde los mercados de exportación y de las ventas en el mercado local. También afectaron los volúmenes de producción los numerosos conflictos que se dieron en el interior de varios proveedores estratégicos, situaciones que llevaron a la suspensión temporal de las actividades en las instalaciones de las asociadas".

El sector automotriz está fuertemente afectado, además de las razones propias que lo alcanzan directamente -como conflictos, restricción de importación de elementos que cubren el 70% de la fabricación local, entre otros- por la caída de las exportaciones y las ventas en el mercado interno. Respecto a las ventas al exterior, en mayo fueron 30.130 vehículos, representando 59,2% de lo producido, pero a la vez explicando una caída del 39,2% respecto a los 49.594 que se exportaron en mayo de 2013 y el 7,2% de baja en la comparación con abril último.

De tal modo, y ampliando la perspectiva a los primeros cinco meses, tenemos que de enero a mayo se vendieron al exterior 136.957 unidades, es decir, un 24,3% menos de las 180.890 que se habían exportado en ese mismo período de 2013. Respecto a los destinos, el 88,88% lo cubrió Brasil, en tanto que México, Australia y Colombia se repartieron el resto. Es así que de las 43.933 unidades exportadas, el vecino Brasil se quedó con 37.484, lo cual da cuenta claramente la decisiva participación que tiene sobre la marcha de ese sector de la industria en nuestro país, lo cual deja en evidencia algunas debilidades bastante manifiestas, tal como está sucediendo ahora. La dependencia de casi un solo país lo convierte en un inconveniente muy importante, provocando situaciones como la actual, incluso con posibilidades de agravarse en el futuro.

Mezclando datos concretos, análisis y estimaciones, tenemos según el informe de ADEFA que la producción nacional de mayo fue de 29.756 automóviles, con baja de 42,5% interanual; 19.274 utilitarios, con caída de 23,5%; y 1.908 vehículos pesados, donde se registró una contracción del 28%. De tal forma tenemos que en cinco meses la producción nacional cayó 27,8% en autos, 11,1% en utilitarios y 7,7% en pesados, quedando en evidencia una vez más la retracción que viene teniendo la hasta hace poco muy fuerte industria automotriz.

Se amplía más adelante en la comunicación de ADEFA que "continuando con el análisis del mercado, las ventas totales de mayo fueron de 50.648 unidades, una baja del 40.9% con respecto a las 85.646 unidades de mayo de 2013, el mejor mayo de toda la historia del sector. Asimismo, se registró una caída de 1,4% en su comparación con las 51.346 unidades que se entregaron a la red en abril pasado", pudiendo añadirse que del total de ventas registradas a concesionarios en el mes de mayo 23.363 correspondieron a vehículos nacionales.

También debe considerarse dentro de toda esta perspectiva, que si bien los números y estadísticas del quinto mes del año y también de este lapso que va de enero a mayo tienen un volumen muy significativo, vienen con posterioridad a un año como 2013 que fue récord histórico en materia de producción, exportaciones y ventas en el mercado interno, lo cual es muy difícil de sostener en situación como la actual cuando la economía viene en caída desde diciembre pasado, habiendo pasado por una fuerte devaluación, restricciones a las importaciones -que afectaron directamente al sector automotriz-, una creciente inflación, y además, restricciones en el crédito. Todo un combo que impactó de lleno en el sector, junto a la retracción de las ventas a Brasil.

Autor: REDACCION

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