El Comité de Investigación de Rusia dijo que los fallecidos aumentó a al menos a 133 tras la sorpresiva embestida en la que hombres armados vestidos de camuflaje abrieron fuego con armas automáticas contra los asistentes al concierto en el Ayuntamiento de Crocus, cerca de la capital, Moscú.
El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el tiroteo, según la agencia Amaq (órgano de propaganda del grupo) en su canal de Telegram. "Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura", escribió la organización.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia declaró que el ataque terrorista en Crocus fue planeado meticulosamente y que se están realizando esfuerzos para descubrir todos los detalles, informó TASS. Según la declaración del FSB, "Las actividades de los organismos de inteligencia y de aplicación de la ley han dado lugar a la detención de 11 personas, incluidos los cuatro terroristas que participaron directamente en el ataque".
Los funcionarios rusos también anunciaron mayores medidas de seguridad en los aeropuertos y estaciones de tren de Moscú. El alcalde de la capital rusa, Sergei Sobyanin, canceló todos los eventos con público en la ciudad y se ordenó el cierre de teatros y museos durante el fin de semana.
Los hechos tuvieron lugar en el Crocus City Hall, una sala de conciertos situada en el noroeste de la capital rusa, donde estaba prevista la actuación del grupo de rock Piknik, cuyos miembros fueron evacuados. La agencia Reuters añadió, por su parte, que se escuchó una segunda explosión en el mismo lugar. (AFP)