Pasó la derrota más dura por la Primera Nacional. Golpea, sin dudas; y fuerte. La tarde del miércoles 13 de noviembre en el Eva Perón de Junín quedará en el recuerdo de todo Atlético de Rafaela, en esas páginas dolorosas que todos los clubes escriben alguna vez en su historia.

Ahora, con el descenso al Federal A ya consumado, el desafío de los dirigentes de la Crema pasa a ser mayúsculo y no tiene tanta relación con la categoría...

A la Crema se le viene un rotundo cambio en su economía. Claro está que para el club de barrio Alberdi, que en sus últimos 35 años de vida compitió en el ámbito profesional del fútbol nacional, su objetivo primordial estará puesto en volver lo antes posible a la Primera Nacional. Pero antes, y no menor, sus dirigentes tendrán que resolver cómo se sostendrá la estructura de club modelo que supieron construir en los últimos tiempos.

El descenso de la categoría también trae importantes y significativas pérdidas de dinero, de ingresos principalmente. Y un claro ejemplo, reciente, con la categoría más popular del automovilismo profesional, el Turismo Carretera, y el calendario 2025 que no incluye al Autódromo Ciudad de Rafaela...

¿Cómo sostener el fútbol amateur que día a día le dan vida al predio Tito Bartomioli? ¿Las Inferiores de AFA? ¿De dónde saldrán los casi 50 millones de pesos mensuales para los salarios de sus empleados? ¿Se mantendrán los principales sponsors? ¿Se sumará alguno para dar una mano en el momento deportivo más complejo de la historia del club?

Apenas algunas, y de las más significativas, de las tantas preguntas que deben merodear en la cabeza de cualquier dirigente de la “Crema”. Ahora sí, antes de empezar a trabajar en cada una de ellas, se tendrá que aclarar el panorama dirigencial, en un 2024 muy, muy complejo y devastador, con salidas anticipadas y "manotazos de ahogado" que sólo ayudaron a profundizar aún más una crisis deportiva e institucional inédita para el club ejemplo que es Atlético de Rafaela. A barajar, barajar y dar de nuevo. Todo continúa.