Editorial

Asamblea diocesana

El 1º de Mayo último se realizó la asamblea diocesana presidida por el obispo Luis A. Fernández, en el Colegio San José de Rafaela, con la participación de unos 450 asistentes de la extensa y heterogénea geografía de la diócesis de Rafaela (departamentos Castellanos, San Cristóbal y 9 de Julio).

Los asambleístas fueron sacerdotes, religiosas, diáconos, seminaristas, laicos consagrados y 10 representantes por cada una de las casi 40 comunidades parroquiales, quienes reflexionaron a lo largo de la jornada (de 9 a 16 horas) sobre los objetivos a desarrollar entre los años 2015 y 2018. Previamente se habían preparado durante los últimos meses en reuniones, oración y discernimiento, a fin de llegar a esta jornada con propuestas que reflejen las necesidades de los distintos ámbitos eclesiales.

En la oportunidad, hubo cantos y oraciones en un ambiente de alegría y compromiso, que se mantuvo a lo largo del día. Fernández recibió a los asambleístas, agradeciendo su presencia y disponibilidad para abrirse a los requerimientos de la fe. 

El objetivo general diocesano propuesto por el obispo fue “Anunciar como Iglesia servidora, la alegría del evangelio y la ternura del Dios misericordioso, viviendo en comunión y haciéndonos cercanos a todos, especialmente a los pobres y olvidados, para que resplandezca Jesucristo, plenitud de vida, y nos llene de ardor y entusiasmo para vencer el temor, la tristeza y la corrupción, trabajando por una patria más justa y reconciliada”.

Los participantes se distribuyeron en unos 30 grupos para reflexionar sobre las propuestas elaboradas, que al final del día fueron votadas como los objetivos que los asambleístas consideran relevantes para la tarea diocesana. Trabajaron sobre los objetivos específicos ya elaborados y presentados en los cinco decanatos, áreas y movimientos diocesanos.

Los grupos reflexionaron sobre las realidades familiares, los jóvenes, la indiferencia hacia la fe, a fin de encontrar modalidades de trabajo que faciliten el acercamiento de todos, en especial de los que buscan a Dios aún sin saberlo, las periferias, teniendo en cuenta el pensamiento del papa Francisco expresada en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium.

Luego del trabajo grupal, los asambleístas votaron las opciones que serán los objetivos de trabajo en los próximos tres años. Fueron entregados al obispo diocesano, quien los dará a conocer a la comunidad diocesana, seguramente con una carta pastoral.

El encuentro culminó con la celebración de la misa concelebrada en la Catedral San Rafael repleta de los asistentes a la asamblea y gente que se sumó a esta celebración muy festiva.

En la homilía, Fernández esbozó los puntos principales de los objetivos específicos votados, expresando que "me asombró el trabajo de un pueblo de Dios serio, en comunión, en la diversidad, con responsabilidad, sin perder la alegría, el entusiasmo. Votaron acompañar las nuevas realidades familiares, una Iglesia que no se cierra, que frente a los problemas no teme, acompañar esto que el Papa está pidiendo tanto. Jesús vino a eso a este mundo no condenar sino acompañar, sanar y dar una mano".

En otra parte, el titular de la Diócesis destacó "el diálogo, que no es la imposición, no es que apareció algún iluminado ni un milagro. Lo que vamos realizando también ayude a este país que no es a través de imponer y prepotear, sino del diálogo que nos enseñó Jesús. Recuperando valores cristianos, volviendo a las fuentes, viviendo la fe y el amor a Cristo y en los hermanos".

También hizo referencia a los jóvenes, a quienes hay que "valorar, respetar, fomentar y potenciar las cualidades de ellos, para que sean los protagonistas de sus vidas en la Iglesia y en la sociedad".

Durante el sermón, Fernández matizó los ejes de la pastoral que se viene para la diócesis de Rafaela con humor, salidas ocurrentes y tonos diversos durante su alocución, abrevando la mirada de fe pero con los pies sobre la tierra en lo temporal: "ser protagonistas no de una Iglesia que te tienen que decir lo que tenés qué hacer sino de la misericordia, la ternura, la apertura; una Iglesia en salida, del compromiso, la misión con los pobres, tener paciencia, de una vida popular cercana, escuchar al que piensa distinto, tener coherencia, la participación política y la espiritualidad".

Esperemos ver en el futuro mediato los frutos de esta siembra que fue el trabajo de preparación, las votaciones realizadas por los participantes sobre los objetivos específicos, apuntando a una pastoral integradora en clave de la nueva evangelización: una Iglesia en salida, anunciando la buena noticia a los pobres y sufrientes, teniendo a Jesús como el hijo de Dios a imitar y compartir en los distintos ambientes sociales y culturales.

Autor: REDACCION

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