TURISMO

Arroyo Leyes, un destino para tomar contacto estrecho con la naturaleza

Arroyo Leyes está a 20 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, y a 60 de Paraná. Es la puerta de acceso al corredor turístico de la Ruta Provincial 1, el Camino de la Costa.
La población ha crecido en la última década, gracias a la llegada de habitantes de la ciudad de Santa Fe que eligieron Arroyo Leyes como su lugar de residencia permanente, si bien mantienen su lugar de trabajo en la capital provincial. Este fenómeno ha hecho que en poco más de 10 años la población pase de un par de miles a más de doce mil habitantes estables, sumados a los que cada fin de semana se llegan para disfrutar de la naturaleza que ofrece la localidad.
Rodean a la urbe los arroyos Ubajay al Este y Leyes al Norte, y la laguna Setúbal hacia el Oeste la une con la ciudad de Santa Fe por vía acuática.
Su entorno lacustre le confiere una geografía donde las aves habitan las zonas de bañados, y las islas que se forman en su entorno la hacen un destino tentador para incursionar con lanchas y canoas, en busca de las mejores imágenes para captar a estos animales en su entorno natural. Garcitas, chiflones o reinas moras anidan en sus pajonales, y son el atractivo natural que ofrecen al visitante la posibilidad de convivir con la naturaleza permanentemente, los 365 días del año.
Por este hecho, unido al clima templado que impera siempre en la localidad, es que Arroyo Leyes es un destino para visitar todo el año.
Quienes eligen Arroyo Leyes para su descanso, en familia o con amigos, encontrarán una oferta de alojamiento que es variada, con diferentes opciones dependiendo del presupuesto y de las comodidades que busquen.
Casas quintas bien equipadas con capacidad para grupos de entre 4 y 8 personas, o complejos de cabañas con viviendas individuales y todos los servicios, incluyendo parrilleros o quinchos, y piscina compartida, hasta un hotel con habitaciones estilo departamento, ubicado sobre la ruta, conforman la oferta de alojamiento que Arroyo Leyes ofrece a sus visitantes. La cantidad de camas con que cuenta la localidad actualmente ronda los 400 espacios para pernoctar.
La gastronomía es variada, destacándose los comedores atendidos por sus propios dueños, con platos con ese sabor que solamente da el toque de lo preparado en casa, con recetas cuyos secretos revelan pocas veces, pero con la charla amable del visitante le pueden sacar a quien está a cargo de la cocina.
Y los imperdibles en este caso están atravesados por los frutos que el río ofrece, y si de pescado se trata, un menú que no se puede evitar incluirá:
* Empanadas fritas, generalmente en grasa, que le confieren un sabor único
* Escabeche de pescado, macerado en aceite y vinagre
* Milanesas, siempre crocantes y con un toque particular que las hacen irresistibles
* Albóndigas, en la medida justa para probarlas y querer regresar para probarlas nuevamente
* Escalope, con la variante que la hace diferente a la milanesa, e igualmente rica
* Dependiendo de la época del año que se trate, también te pueden sorprender con una lasagna de pescado, la particular receta que une los sabores de la costa santafesina con la herencia de algún inmigrante italiano afincado en la zona, y que supo unir los sabores de su tierra natal con el lugar que lo cobijó definitivamente
* Pescado a la parrilla, ese es el toque final para este recorrido por los sabores de la costa. Y aquí se debe resaltar la forma en que se come este plato en particular, que es para compartir. Porque se coloca la pieza asada en el centro de la mesa, abierta de par en par, y cada comensal, tenedor en mano, comienza a comer directamente de la fuente. "Caranchear" es la denominación que tiene esta original forma de comer, y hacer de este momento gastronómico un motivo de unión entre quienes comparten, no sólo una mesa, sino también un viaje a los sabores de la costa santafesina.
En el desayuno o la merienda no puede faltar un pan casero, calentito, que se elabora en varios emprendimientos familiares, junto a una mermelada, también casera, que varias emprendedoras de la localidad preparan con frutos muchas veces cultivados en el lugar. Tal es el caso de la frutilla, que en Arroyo Leyes se cosecha en abundancia, a partir de la característica arenosa de su suelo. Cabe destacar, en este punto, que en Arroyo Leyes rige una ordenanza que lleva a los productores locales a migrar su producción hacia el uso de fertilizantes naturales, convirtiendo a la localidad en una insignia de la producción agroecológica.
Y luego de este recorrido por los sabores, es necesario hacer una buena digestión. Para esto, la invitación es a recorrer las tranquilas calles de arena de Arroyo Leyes, y perderse por sus callecitas, en muchos sectores con árboles añosos que ofrecen sombra al caminante. La sugerencia es que no haya un circuito predeterminado, pero sí que, en posible, siempre lo hagan hacia el Este, cuando estén alojados hacia ese lado de la ruta, o hacia el Oeste cuando lo hagan a mano izquierda de esa vía de comunicación. El motivo de esta recomendación radica en lo que se encontrarán al final de la caminata. Porque, si recordamos que estamos rodeados de espejos de agua, el final del trayecto nos ofrecerá vistas únicas, del arroyo Ubajay hacia el Este, y de la laguna Setúbal en sentido contrario.
¿Los horarios recomendados para estas caminatas?
Por la mañana, bien temprano, en dirección al Este, para disfrutar del Sol saliendo por detrás de las islas, cuando aparece desde las entrañas mismas del río Paraná, que da origen al arroyo Ubajay.
Y por la tarde, en dirección al Oeste, para ver cómo Febo se pierde por detrás de la laguna Setúbal. Y si tenemos la fortuna de una tarde con horizonte limpio, incluso podemos llegar a divisar la silueta de algún edificio lejano, ubicado en la costanera de la ciudad de Santa Fe.
Si la incursión por el agua quiere ser más profunda, el consejo es hacerlo saliendo de alguna guardería náutica, ubicada habitualmente en las márgenes de los arroyos Potrero y Leyes, en el Norte de la localidad. Desde allí se pueden contratar excursiones, de jornada completa o media jornada, para incursionar en las islas que son parte del distrito costero de Arroyo Leyes. En estas salidas será habitual encontrarnos con habitantes permanentes en la zona de islas, o bien con casas de fin de semana que disfrutan quienes tienen en Arroyo Leyes su lugar de descanso sabatino o dominical, y cuentan con estos ranchos, equipados humildemente, pero con las comodidades suficientes para quienes buscan el contacto más íntimo con la naturaleza, alejados el ruido de la ciudad.
Saliendo desde estos lugares al Norte de la localidad, y rodeando las islas que están en permanente cambio debido a la acción del río, se pueden recorrer apenas 12 kilómetros por agua y llegar al cauce principal del río Paraná, para encontrarse con las costas entrerrianas y sus paredones de barrancas. Es un paseo muy recomendable, siempre de la mano de un guía local que conozca la zona y nos lleve en una embarcación segura.
Una opción más tranquila en cuanto al recorrido por agua, es la contratación de algún servicio de kayaks, que se alquilan por un bajo costo, y ofrecen de la misma manera la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza, y acercarnos a alguna isla cercana, esta vez con la propulsión de nuestras propias fuerzas, impulsando la pequeña embarcación una pala y nuestros brazos. Si no tenemos conocimientos en el uso de estos vehículos acuáticos, no es un inconveniente, porque siempre hay una instrucción previa y las recomendaciones para el correcto uso. Y el chaleco salvavidas, de uso obligatorio, será nuestra compañía en este paseo, para capturar con nuestra cámara o nuestra vista, las mejores imágenes que podamos esperar de una experiencia en la costa santafesina.
En todos los casos, la recomendación para contratar un servicio de este tipo, es pedir al prestador del servicio la contratación de un seguro, para evitar cualquier contingencia. Y, como mencionamos anteriormente, el uso del chaleco salvavidas es obligatorio en todos los casos.
Todos estos consejos son bien conocidos por los pescadores, que todos los fines de semana se llegan al lugar para disfrutar de un deporte que les retribuye el contacto directo con la naturaleza, en silencio, y muchas veces en soledad, porque la pesca deportiva es una especie retiro espiritual, donde el hombre está en contacto directo con sí mismo y con sus pensamientos y sentimientos, mientras está atento al tironeo de un moncholo o un amarillo, que lo saca de su ensoñación, para prestar atención a ese pez que le quiere robar la carnada, y termina enganchado en el anzuelo. Si bien está permitido pescar las piezas que se van a consumir, en un asado en la orilla, o en la cabaña donde se esté alojado, la regla siempre es la pesca con devolución, y respetar las reglamentaciones que en este caso fija el gobierno provincial, en materia de pesca deportiva o, en este caso, recreativa. Se debe estar atento siempre a las épocas de prohibición o veda, que tienen por finalidad proteger a las especies acuáticas cuando entran en la época de reproducción de cada especie. Y entender que esta finalidad tiene como fin último la preservación de las especies, para evitar que en un futuro ellas desaparezcan, y con ella una fuente de recursos que es escaso, pero bien administrado puede reportar muchas satisfacciones.
Así como más arriba hablamos de moncholos y amarillos, en las aguas que circundan Arroyo Leyes también encontraremos sábalos, patíes y algunos cachorros de surubí, si bien estos últimos deben ser devueltos automáticamente al agua, porque son una especie protegida.
Y la fauna del lugar, de la que hasta el momento mencionamos algunas aves y peces, se completa con otras, de cuatro patas, que podemos encontrar en nuestras incursiones por las islas. Carpinchos, nutrias, zorritos de monte que habitan escondidos, se pueden divisar a la distancia, con binoculares o con una buena lente, para no alterar su vida, que es en comunidad habitualmente.
Arroyo Leyes, como dijimos anteriormente, es un destino para disfrutar todo el año. Ahora bien, ¿cuánto tiempo es recomendable disponer para disfrutar de estas experiencias?
En temporada estival, durante las vacaciones de Enero y Febrero, se recomienda destinar al menos cinco días para un disfrute completo de todas estas opciones.
Y los fines de semana largo son también una buena alternativa, si bien seguramente alguno de estos paseos quedará fuera de agenda, y nos veremos obligados a regresar en una próxima fecha que tengamos disponible.
Lo que es seguro, es que Arroyo Leyes será un lugar al que regresaremos una y otra vez, para renovar nuestro contacto con la naturaleza.

AGRADECEMOS A: Walter Aguirre de Arroyo Leyes por su aporte. Los invitamos a visitar su página: www.turismoarroyoleyes.com 



Autor: REDACCION

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