Hábitat

Arquitecto viajero: Madrid Río el gran reequilibrio ecológico

Mi primera experiencia viajera relacionada con la arquitectura fue casi terminando mis estudios en la Universidad Nacional de Córdoba, en donde a través de un viaje de estudio pude conocer algunas de las capitales más famosas de Europa y su arquitectura.

Sin embargo, los años me volvieron a dar la oportunidad para retomar aquella experiencia, pero ahora ya recibida como arquitecta y con algunos proyectos en mi haber. Madrid esta vez fue mi albergue.

Haber vivido unos 7 meses me dieron el marco exacto para repensar y recordar ahora aquellas cosas únicas, bonitas y mágicas que me impactaron de la capital española.

Hablar de Madrid me obliga inevitablemente a hablar de la Gran Vía, esta avenida que reúne en un kilómetro lo más destacado de la moda y las tendencias internacionales. La gran vidriera madrileña. Sin embargo, mi idea no es centrarme en esos escaparates iluminados sino en puntualizar en el aspecto urbanístico que destaca este tradicional paseo.

La Gran Vía es el gran proyecto urbanístico de finales del siglo XX en Madrid. Una de las arterias más grandes de la ciudad, que comienza en la confluencia con la calle de Alcalá y termina en la plaza España. La Gran Vía surge de la idea de relacionar diferentes núcleos urbanos de forma más directa, una avenida que comenzó a mostrar la transición de la ciudad desde la Corte a una moderna metrópoli. Esta avenida fue construida en tres tramos: el primero, que empieza en la calle de Alcalá y Rede de San Luis y alberga el famoso Edificio Metrópolis, el segundo que va de Red de San Luis a plaza de Callao, en este tramo la arquitectura tiene un estilo afrancesado y aparece el estilo americano, por ejemplo, el Edificio de Telefónica. Y el tercer tramo finalizado en 1932 situado entre la plaza de Callao y la actual plaza España, donde remata con el edificio España, el más alto de Europa en su momento.

Lo clásico y lo moderno se dan cita en esta extensa vía madrileña. El contraste entre lo nuevo y lo antiguo es el común denominador de esta gran arteria urbana de Madrid. Son muchos y muy variados los edificios que han sido levantados en Gran Vía.

 

puerta de alcala 2

Madrid Río: el gran pulmón

Ahora bien, en este más de medio año que estuve viviendo en Madrid no sólo amplié mi conocimiento en el mundo de la infoarquitectura, sino que mi agenda turística también se amplío un poco más de lo tradicionalmente conocido, lo que me impulsaba a compartir estos nuevos lugares y experiencias con cada visita que recibía.

Madrid Rio fue para mi un gran descubrimiento a nivel urbanístico dentro de la ciudad. Si bien lo conocía en la teoría como uno de los proyectos más destacados de reequilibrio ecológico, su impronta no dejó de sorprenderme.

La idea detrás de Madrid Río era la de un gran parque lineal de 10 kilómetros de longitud siguiendo el trazado del río Manzanares, que había perdido protagonismo tras la construcción de la autopista M30 en la década de 1970. Este proyecto otorgó un gigantesco espacio peatonal en el centro de Madrid donde antes se encontraba una de las principales vías de comunicación de la ciudad, ahora soterrada. De esta forma, más de ciento veinte hectáreas quedaron liberadas, ofreciendo una oportunidad única para crear un espacio destinado a ser un desahogo urbano y a mejorar la movilidad ciudadana. El estudio de arquitectura Burgos & Garrido Arquitectos, junto al holandés West8, fueron los elegidos para darle forma a este espacio.

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Madrid Río integra elementos nuevos, espacios naturales y bienes existentes de interés cultural.  Uno de los aspectos más interesantes ha sido la integración al conjunto de antiguos edificios como el Matadero Madrid, ahora convertido en centro cultural, o el Palacio de Cristal de Arganzuela, otro edificio de corte industrial que fue transformado en invernadero y alberga flora de hábitats tropicales y desérticos. El Estadio Vicente Calderón también ha quedado integrado dentro del conjunto.

Otro aspecto primordial que contribuye a darle cohesión al conjunto es la gran proliferación de puentes peatonales y ciclistas sobre el Manzanares, algunos de nueva construcción y otros recuperados.

Además de las siete presas a lo largo del río reconvertidas en pasarelas, destaca el Puente de Toledo (que data del siglo XVIII), el Puente de Segovia (del siglo XVI, es el más antiguo de Madrid), el Puente Oblicuo, el Puente del Principado de Andorra en forma de “Y” y sin duda el Puente Monumental de Arganzuela. De forma tubular, este puente se ha convertido en uno de los nuevos símbolos más fotografiados de Madrid.

Autor: CAPSF

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