Suplemento Economía

Argentina, de millonaria a mendiga

La necesidad del presidente Alfonsín de conseguir apoyo popular para estabilizar la democracia, lo llevó a tomar medidas económicas de tinte populista, se expandió el gasto público y la emisión monetaria para pagar el déficit fiscal, lo que disparó la inflación y la fuga de capitales.

Se hizo dificultoso el pago de la deuda externa y en 1985 se pierde el acceso al crédito internacional, principalmente del FMI y con esto la aventura populista del gobierno.

Nace aquí el Plan Austral, que consistía en congelamiento de precios y salarios, se buscaría el superávit fiscal, se terminaría la emisión para monetizar el déficit, se cambiaría la carta magna del BCRA, volviéndolo independiente, se privatizarían empresas estatales, se desregularizaría la economía y se liberaría el comercio exterior.

El programa económico era ahora razonable, pero chocaba con grupos de interés y las organizaciones de trabajadores peronistas que no deseaban abandonar los privilegios que habían logrado conseguir.

Las medidas económicas logran conseguir superávit fiscal a nivel nacional, pero las provincias no realizan el ajuste, se endeudan, tienen fuertes déficits fiscales y expanden fuertemente el empleo público para mitigar la falta de empleo privado.

Los sindicatos lanzan huelgas con reclamos salariales, principalmente aquellos representantes de empleados del sector público que sufrían el ajuste, lo que debilitaría al gobierno que se acercaba a elecciones y luego de estas pierde la mayoría en la Cámara de Diputados y el setenta por ciento de las gobernaciones provinciales.

El aún joven Austral se deprecia rápidamente, se desata la inflación y las inversiones desaparecen. A esto se le suma que el candidato del peronismo, que luego ganaría las elecciones, con pelo largo y patillas, es asociado a lo peor de ese movimiento.

La economía entra en caos, aún después del cambio de mando de la Presidencia y nadie presagiaba que lo que iba a venir era una transformación tan grande como la que había realizado Perón, solo que ahora era la antítesis.

La desconfianza de los actores de los mercados económicos nacionales cambia cuando se da a conocer que, parte del gabinete de Carlos Menem, estaba conformado por economistas de la multinacional Bunge y Born.

Además, toma las riendas del país, mostrándose como quien manejaba el mismo, sin dar lugar al partido, ni a los sindicatos, ni a grupos de interés identificados con el peronismo.

No da lugar a líderes peronistas tradicionales en puestos claves de su gobierno y nombra a un político liberal en la negociación de la deuda, Alvaro Alsogaray.

En su política exterior, realiza algo inimaginable para un peronista, se alinea con Gran Bretaña y Estados Unidos, reestableciendo relaciones diplomáticas con el enemigo en Malvinas y enviando tropas a la guerra del Golfo del lado de la ONU, consiguiendo así recuperar la credibilidad del país a nivel internacional.

Conjuntamente con dichas medidas, inicia reformas estructurales en el sector público argentino, con fuertes recortes en el gasto fiscal, privatizaciones de empresas públicas, reducción del empleo estatal y desmantelamiento de estructuras corporativas instaladas en el estado.

El broche de oro de las medidas tomadas es la ley de convertibilidad, regla monetaria por la cual, todo el circulante de moneda podía cambiarse por dólares.

Pero antes de esto debían recomponerse las arcas del estado nuevamente. Para ello se lanzó el plan Bonex, una confiscación de los ahorros de la población, los depósitos en pesos a plazo fijo se cambiaron por bonos en dólares a 10 años, de esta forma se redujo el 60% de la base monetaria.

Esto aumentó la demanda de pesos por parte de la población, conteniendo la inflación. Pero por supuesto, generando recesión económica por falta de circulante. Como los argentinos se quedaron sin ahorro en pesos, muchos tuvieron que vender los dólares atesorados para hacer frente a los gastos corrientes y de esta manera el BCRA duplicó sus reservas en solo un año, entre diciembre y enero de 1990.

Aquí es donde hace su aparición quien, si su castellano nombre se expresara en inglés sería, Sunday Horse. Continuará…


#BuenaSaludFinanciera @elcontadorB @GuilleBriggiler

Autor: Guillermo Briggiler

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