Suplemento Economía

"Aprender en la fábrica", un plan para crear oportunidades

(Nota I)


“Aprender en La Fábrica” es un programa para mejorar la empleabilidad que se desarrolla en la ciudad gracias a una verdadera cooperación y coordinación de actores públicos y privados. En su implementación son aliados estratégicos el municipio local, desde el sector público, y desde el sector privado las cámaras gremiales empresarias integradas al Centro Comercial e Industrial de Rafaela.

El Programa surgió en el año 2004, en plena recuperación económica de Argentina, a través de una sugerencia de dirigentes representantes del sector industrial de la ciudad, quienes manifestaron a las autoridades locales la necesidad de contar con mano de obra calificada para incorporar a sus procesos productivos. Esta necesidad provenía, principalmente, de uno de los sectores más dinámicos de la ciudad: el metalmecánico.

Durante la década del 90 las escuelas técnicas de Argentina perdieron protagonismo y se encontraban sumamente debilitadas debido a la política nacional imperante, y la recuperación de la actividad industrial, que exigía productividad y eficiencia. En este escenario, el desafío del Programa era el de generar rápidamente técnicos metalmecánicos (soldadores, torneros, operarios en corte y plegado de chapa), así como técnicos en mantenimiento electromecánico.

El Gobierno local escucha la demanda, y a través de sus secretarías de Producción y de Desarrollo Social, le dan forma al programa “Aprender en la Fábrica”, que pretende solucionar un problema en la industria mediante una rápida formación de recursos humanos en la empresa, implementando un esquema de aportes compartidos entre el sector público y privado.

Por otro lado, busca brindar oportunidades de inserción laboral a sectores vulnerables de la población, compuesto por jóvenes desocupados, sin ningún tipo de formación ni oficio y con altos niveles de exclusión social.

El programa se pone en marcha en el año 2004, se detiene durante 2007 y 2008, y se retoma en el 2009 hasta la actualidad. A lo largo de los años han participado 20 empresas industriales de la ciudad, 40 instructores y más de 400 jóvenes rafaelinos. Lo importante de esta participación es que el 50% de estos jóvenes han sido incorporados por las empresas a sus planteles permanentes, mientras que el resto ha cumplimentado una experiencia laboral que le brinda expectativas a futuro.


OBJETIVOS

El programa nace con el propósito principal de capacitar a jóvenes desempleados de 18 a 25 años de edad en áreas específicas demandadas por el sector empresarial rafaelino. Lo innovador de este programa es que tal proceso de capacitación no se lleva a cabo en un aula o en un taller de una institución educativa sino en la misma empresa, en los propios espacios de producción. Las ventajas de este proceder radican en que el alumno toma contacto con la tecnología y todo el procedimiento que utilizan las empresas, que son las mismas que hallará luego si tienen la oportunidad de ingresar a un puesto de trabajo. Simultáneamente, toma contacto con las normas, las políticas de seguridad de la empresa, los modos de convivencia entre los diferentes niveles jerárquicos y mandos medios, lo que aporta un plus significativo a su socialización como futuros empleados.

En el marco de esa práctica los jóvenes que ingresan al programa encuentran una excelente posibilidad para mostrar su potencial, no sólo en la parte técnica, sino en el aspecto actitudinal, en el compromiso, responsabilidad y proactividad ante el trabajo, lo que a posteriori puede ser valorado por los responsables de definir el ingreso de personal a la empresa. La implementación de un programa de estas características se transforma en una excelente herramienta para brindar oportunidades de inserción laboral a jóvenes excluidos, evitando de esta manera que ingresen al mundo de la droga, la delincuencia y el delito.


INSTRUCTORES

Los instructores son empleados calificados de la misma empresa, aquellos en los que la firma confía porque conocen a fondo su oficio, porque se exigen a sí mismos una prestación de excelencia, porque respetan las normas de seguridad y la política de calidad de la empresa. Este programa promueve la generación de un vínculo instructor-aprendiz que permite transmitir no sólo un saber técnico, sino un saber ser que en muchos casos cubre una carencia de actitudes que se requieren a la hora de buscar trabajo.

Temas como llegar 10 minutos antes de la hora de entrada, dejar el espacio de trabajo ordenado, consultar para hacer bien las cosas, rehacerlas si no salieron perfectas, respetar al superior y a los compañeros, y otra infinidad de pequeñas actitudes cotidianas que favorecen una inserción exitosa. En algunos casos los instructores son ex empleados de las empresas, mayores de 65 años y que ya se han jubilado. A los fines de poner en valor ese enorme saber técnico con el que cuentan, y que puedan trasmitirlo a los jóvenes, han sido convocados para participar del Programa.


ALUMNOS

Los alumnos, tal cual se mencionó, son jóvenes desempleados que tienen entre 18 y 25 años, y provienen de los sectores más humildes y excluidos de la ciudad. Si bien esto no es excluyente, se apunta a este sector de la población dado que en los relevamientos socioeconómicos que se realizan anualmente en la ciudad, se observan los mayores niveles de desocupación en este rango de edad.

En la primera etapa del programa, del año 2004 al 2007, estos alumnos eran seleccionados de una base de datos que construye la oficina de Empleo Municipal, ámbito donde se concentra la información sobre los perfiles laborales de la población desocupada de la ciudad. A partir del año 2009, los alumnos provienen del programa nacional “Jóvenes con Más y Mejor Trabajo”, promovido por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (MTESSN) que fomenta la mejora de la empleabilidad de los sectores más vulnerables, y que se pone en marcha en Rafaela en el año 2009.

Estos jóvenes reciben diversas acciones de formación con el objetivo de facilitar el acceso al mundo del trabajo. Al tener objetivos similares, quienes conducen el programa Aprender en la Fábrica, deciden trabajar articuladamente con este programa Nacional.

Autor: Diego Peiretti

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