Editorial

AMIA, otra deuda de la justicia

A 26 años del atentado que derrumbó la sede de la AMIA en la Ciudad de Buenos Aires, en el que murieron 85 personas mientras que más de 300 resultaron heridas, todavía se sigue reclamando justicia. Durante tanto tiempo han pasado distintos gobiernos que tampoco han podido sumar para encarcelar a todos los culpables, aunque sin excepción asumieron el compromiso de llevar las investigaciones hasta las últimas consecuencias para poner entre las rejas a los asesinos. Pura cháchara y promesas vacías, apenas se ajustaron a un discurso políticamente correcto cada vez que se conmemora un aniversario del ataque.

Realmente es una deuda de la justicia, de la política y de la democracia toda ante una atrocidad del terrorismo que aún permanece impune. El 18 de julio de 1994, a las 9:53 AM, una camioneta cargada de explosivos detonó frente al edificio de la Asociación de Mutuales Israelitas de la Argentina (AMIA), abriendo una herida que aún no se cierra. Fue el más violento atentado antisemita hasta ese momento en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. Previamente, hubo múltiples advertencias que giraban en torno a la posibilidad de un nuevo atentado por parte de Irán y organizaciones terroristas vinculadas, como Hezbolá, en Buenos Aires, que ya había sufrido en 1992 el ataque contra la Embajada de Israel, con un saldo de 29 víctimas fatales.

Ya pasaron 26 años de la voladura de la AMIA. Pese a todo este tiempo, el Estado no pudo hacer justicia. Desde un primer momento la contaminación de las pruebas, la lentitud en el procesamiento de la evidencia y la extrema politización conspiraron para lograr esclarecer el crimen de lesa humanidad. En un artículo firmado por la mexicana Dina Siegel Vann, directora del Instituto Belfer para Asuntos Latinos y Latinoamericanos de AJC (Comité Judío Americano) con sede en Washington, se destaca que uno de los únicos avances concretos que explica los móviles y los actores internacionales del atentado fueron las investigaciones que llevara a cabo el fiscal especial Alberto Nisman cuya prematura y lamentable muerte aún sigue siendo un misterio. Nisman concluyó, por primera vez de forma inequívoca, que efectivamente autoridades iraníes del más alto nivel eran autores intelectuales de dicho atentado. También remarcó que en 2007, en la reunión de Interpol en Marruecos, Nisman presentó su reporte y después de meses de debate, así como intentos iraníes de sabotear el proceso, se emitieron alertas rojas contra cinco funcionarios iraníes. Sin embargo, el gobierno iraní nunca se interesó realmente en colaborar para esclarecer el ataque a la AMIA y si alguna vez accedió a firmar el Memorándum con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fue para dilatar aún más el proceso. 

En tanto, la causa por la conexión local del atentado tiene un juicio en marcha contra Carlos Telleldín, acusado de acondicionar el coche bomba. Aunque el ritmo lento y cansino del Tribunal Oral Federal N°3 atenta contra las aspiraciones de justicia de toda la sociedad.

Ante las dificultades para avanzar con la investigación, no queda otra que mantener vivo el recuerdo de las víctimas y contrarrestar el profundo sentido de impunidad, con la esperanza de que alguna vez pueda hacerse justicia. 

En estos días nuevamente es tiempo de balance, de evaluar qué se ha hecho desde julio del año pasado hasta esta fecha. No hay novedades para reportar. Por eso los líderes de la comunidad judía vuelven a la carga para actualizar los reclamos, pues no hay olvido. El presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, renovó el pedido de justicia por el esclarecimiento del atentado contra la mutual judía, al aseverar que, desde entonces, "vivimos en impunidad", reclamó al Estado que "redoble los esfuerzos" en ese sentido y advirtió que Hezbollah sigue siendo una "amenaza del presente".

Duelen las palabras que pronunció el directivo, que sostuvo que cada 18 de julio es otra bomba, cada día el asesinato se repite, el terrorismo gana la batalla y nuestra democracia no puede saldar una de sus deudas más vergonzantes. En la parte central de su discurso, Eichbaum pidió que sigan vigentes las órdenes de captura contra los exfuncionarios iraníes señalados por la Justicia argentina, pidió que se designe de manera rápida a un nuevo juez para el caso tras la renuncia de Rodolfo Canicoba Corral -tenía la causa desde 2005- y que el fiscal designado recientemente con dedicación parcial, Sebastián Basso, para la causa se desempeñe a tiempo completo.

La agrupación Memoria Activa, que reúne a familiares de víctimas del atentado a la AMIA, hará hoy su propio acto por los 26 años del ataque terrorista a la sede de la mutual de la comunidad judía. Bajo el hashtag "#26añosdeimpunidad", Memoria Activa también publicó en Twitter un video en el que asegura que "en el mundo todo se mueve, salvo la causa AMIA, y no hay justicia a pesar de que hubo encubrimiento demostrado". 







Autor: REDACCION

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