En un mundo que no encuentra su brújula en materia financiera, los países emergentes y puntualmente América latina surgen como la mejor alumna de la clase. "Viene teniendo una performance espectacular, una tasa de crecimiento del 38 por ciento y su participación en el PBI mundial pasó del 6,45 por ciento al 8,64 por ciento", dijo el economista Ricardo Arriazu, quien en el marco de la 17ª edición del ciclo "Descifrando el futuro", que organiza anualmente el Banco Industrial -en este caso en Buenos Aires- señaló que la región mantiene esa performance "en un contexto en el cual los países además fueron bajando la tasa de inflación, mejorando sus cuentas externas y reduciendo la relación de su deuda respecto del producto, que las llevó a minimizar su exposición a las crisis".
Para Arriazu, la explicación de un fenómeno homogéneo en países que encararon distintas políticas se explica por una razón: "Hubo un factor exógeno común y es que mejoraron los términos del intercambio", dijo y puntualizó que la diferencia de la balanza comercial entre dólares corrientes y constantes fue de 760 mil millones de dólares, el equivalente al 43 por ciento del PBI".
En ese contexto, la Argentina tuvo uno de los mejores períodos de la serie -por su duración y crecimiento- que sólo se puede comparar al ciclo 1860 - 1890 cuando el país se convirtió en un proveedor mundial de alimentos, al punto tal que la mejora en los términos del intercambio representó para el país alcanzar un 71 por ciento del PBI en el 2002.
Sin embargo, este escenario está tamizado por la crisis de la economía global, que según el economista, enfrenta "serios problemas de liderazgo y gobernabilidad" en el que se "confunden los problemas económicos, políticos y financieros".
Voluntad política. Por eso, para Arriazu es urgente que se tome en serio el tema por parte de los gobiernos europeos. "El sistema financiero es el nudo de la cuestión y hoy parece que Europa estuviera jugando", disparó el economista, para quien la solución es "clarísima y requiere una decisión política que contenga un abordaje multilateral e incluya a los acreedores".
Según consideró que los países como Alemania, Japón, China y los petroleros son parte clave de la solución de los problemas porque se trata de los acreedores que deben financiar la transición para mantener al resto a flote. "Sin embargo, ante semejante escenario, los europeos, por ejemplo se negaron a que China financie el salvataje e incluso Italia no aceptó una auditoría seria del Fondo Monetario, cuando en rigor el organismo le presta a países y no a regiones", explicó.
Por otro lado, señaló que Estados Unidos tiene un problema político por las diferencias entre las distintas facciones entre republicanos y demócratas que no se ponen de acuerdo sobre cómo reducir el gasto, mientras que Europa aumenta los suyos en seguridad social -subió del 21 al 23 por ciento en los últimos años- por el envejecimiento de su población.
En la foto, la mejor parte se la llevan los emergentes "que crecen más que los del G-7 y lo seguirán haciendo porque tienen tasa de ahorro y continuarán captando excedentes de los países desarrollados", agregó.
De este modo, para Arriazu hay dos escenarios posibles de cara al futuro. Por un lado que los países europeos solucionen el problema, en cuyo caso "el mundo crecerá más y América latina menos porque en la región no se invierte lo suficiente"; y por otro, que Europa no solucione sus problemas y se mantenga la mejor performance de los latinoamericanos. "Entiendo que Europa resolverá su problema, aunque la confianza se me va un poco más cada día que pasa", reflexionó el analista.
Agro y energía. Por otra parte, Arriazu desestimó que la locomotora de Sudamérica siga siendo traccionada por los precios de los commodities agrícolas. El economista está convencido de que los precios no suben por la mayor demanda de países como China o India -"la demanda china crece menos que la mundial", dijo- sino que los valores son producto de un fenómeno financiero. "Creo que los precios de los granos se mueven de acuerdo al tipo de cambio de Estados Unidos. El dólar se seguirá fortaleciendo y por eso, las materias primas caerán", reflexionó.
Por otra parte, destacó las ventajas que podría aportarle al país el último descubrimiento de hidrocarburos por parte de la petrolera YPF. "En materia de energía se puede decir que la Argentina en materia de reservas técnicamente recuperable tiene el equivalente a 520 años de consumo de gas, el equivalente a cuatro veces el PBI".
Sin embargo, volvió a recordar que "esto requiere de muchas inversiones" pero "las decisiones de las últimas semanas van a contramano de eso", finalizó cuestionando las últimas políticas cambiarias del Gobierno nacional.