Automotores

Alfa Romeo Giulietta: belleza italiana para los exigentes

Hay en el mundo muy buenos fabricantes de automóviles. Cada año, decenas de nuevos y excelentes productos se lanzan al mercado internacional. Pero entre esas marcas destacadas hay algunas que tienen una responsabilidad extra. Son aquellas que han sido pioneras y que a lo largo de su historia se han convertido en leyenda y objeto de culto tanto por excelencia, diseño, elegancia y, como en el caso que nos ocupa, como por éxitos en las pistas.

En esos casos, cada nuevo modelo será sometido no sólo a la aprobación de los usuarios que simplemente buscan un automóvil, sino también al veredicto de los apasionados y entendidos, para quienes no sólo alcanzan las características técnicas.

Por el contrario, ellos son los examinadores más implacables a la hora de definir si está a la altura de la tradición.

El Alfa Romeo Giulietta, sucesor del 147, carga con todas esas responsabilidades. Y sale muy bien parado del reto.


CLASICO Y

MODERNO

De acuerdo a La Nación, es uno de esos autos que siendo nuevo tiene destino de convertirse en un clásico.

Ya el nombre elegido (se abandonaron los números en este caso) es un homenaje al modelo fabricado entre 1954 y 1965, que con distintas carrocerías dejó una huella memorable tanto como auto de calle como en las pistas.

Aquí nos pusimos al volante del Giulietta TCT que está equipado con motor naftero 1.4 de 170 CV acompañado por una caja automática secuencial de seis marchas.

TCT se corresponde con las siglas en inglés de Twin Clutch Transmission (transmisión de doble embrague), característica técnica de esta transmisión.

A primera vista se percibe como una coupé de cinco puertas, tan de moda en estos días, y las puertas traseras tienen las manijas ocultas, como en el 156.

La parrilla le da el toque clásico de la marca, mientras que las ópticas con LED lo ubican en la modernidad.

El estilo es bien Alfa, con líneas claramente deportivas.

En el interior se mantiene lo que es propio de la marca: la obsesión por los detalles.

Volante multifunción de tres rayos y selectora de cambios con palanca y también levas al volante para el uso de modo secuencial.

 Interior muy cuidado y de buena calidad. Excelente en doble techo solar.

Como el MiTo, tiene el sistema ADN de Alfa que permite elegir al conductor entre tres modos de conducción (Dynamic, Normal o All Wheather) que ajustan distintos parámetros, como el régimen en el que se hacen los cambios o la respuesta del motor.

Obviamente, en Dynamic se obtienen las prestaciones más deportivas, con cambios de relación a regímenes más altos. En modo Normal, la conducción es más equilibrada, mejorando el confort y reduciendo el consumo de combustible, y en All Wheather se dosifica el envío de potencia a las ruedas para evitar pérdida de adherencia en superficies resbaladizas.

El motor es un claro ejemplo de la tendencia del downsizign, esto es, menor cilindrada con mayor potencia, ya que es un 1.4 que entrega 170 CV, a razón de 121 CV por litro.

Tiene un funcionamiento impecable y ubica esta versión en el término justo, ya que en nuestro país hay modelos disponibles con el motor 1.4 de 120 CV (desde U$S 45.045) y la frutilla del postre para los que busquen un comportamiento realmente deportivo, la Giulietta 1.8 Quadrifoglio Verde de 235 CV.

Dicho esto, se entiende que no sea esta la versión que más sorprenda por sus prestaciones aunque, claro está, una máxima de 220 km/h y una aceleración 0-100 en menos de 8 segundos demuestra de qué estamos hablando. Además, ofrece un buen equilibrio entre confort y dinamismo, con suspensiones que privilegian el andar sport, lo que mejora las sensaciones de manejo a mayores velocidades.

Autor: Redacción

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