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Alas para un mejor cuidado de los pacientes

El objeto de estudio que tenemos en la enfermería moderna es el cuidado profesional del paciente. Trabajamos sobre las necesidades de las personas, entre las que se encuentra como prioritaria la seguridad. Junto a otras disciplinas como la medicina, el sistema de salud ha mejorado mucho durante las últimas décadas. Afortunadamente para todos, la ciencia viene dando grandes pasos a buen ritmo. 

Sin embargo hace tiempo que tengo la sensación de que, en algunos aspectos, se podría seguir creciendo sin tener que inventar algo nuevo, es decir, tomando buenas prácticas de otras actividades que también están en continuo proceso de optimización.

Si queremos analizar un caso de éxito, deberíamos observar de cerca la aviación comercial regular, es decir el trabajo que realizan las líneas aéreas que transportan miles de pasajeros todos los días alrededor del mundo.

Las estadísticas sobre seguridad en este sentido son muy claras. En los últimos años esta rama de la industria aeronáutica ha conseguido mejorar notablemente varios de sus índices, entre ellos el referido a fatalidades.

Los gráficos de accidente aéreos publicados por Flight Safety Foundation, a través de su sitio Aviation Safety Network dejan ver a simple vista la clara tendencia favorable hacia la seguridad del pasajero. De hecho el 2017 fue uno de los mejores años, ya que no hubo fatalidades en jet de líneas aéreas, a lo que curiosamente la mayoría de la población le suele tener más miedo.

Estadísticas

Atraído por esta evidencia, me propuse averiguar qué es lo que están haciendo bien para lograr estas alentadoras cifras. Para saberlo de primera mano me reuní con Martín Villagra, piloto con vasta experiencia y actualmente comandante de Boeing 737 dentro de una de las compañías más importantes de Sudamérica.

Lo primero que le quise preguntar fue por qué ese nivel de seguridad se pudo lograr en la aviación y no se ha dado de forma tan marcada en otras actividades. La respuesta me llamó la atención, pero enseguida le encontré mucha lógica al fundamento económico que me estaba planteando. También conversamos de un cierto paralelismo que se suele hacer entre la responsabilidad de los pilotos con la de los cirujanos en un quirófano.

Indagando un poco más acerca de la forma de investigar, me encontré con que una de las claves está en cómo se trabaja con los errores. La investigación (en cuanto a lo aeronáutico) no pone el foco en encontrar culpables sino en desmenuzar el error, registrarlo, entenderlo y de alguna forma "generar los anticuerpos" para que nunca más vuelva a ocurrir.

Una de las barreras de seguridad que ha demostrado gran efectividad son las checklists o listas de chequeo. Mediante la lectura de las mismas se evita olvidar alguna acción que requiere ser ejecutada para que todo marche de acuerdo a lo esperado. Se usan aún en procedimientos comunes de todos los días de forma repetitiva, quedando en claro que la memoria humana es útil en ciertos casos pero en otros no ofrece garantías.
Al ser tan efectivas las checklists ya incluso hoy en día se las utiliza en algunos quirófanos para elevar el nivel de seguridad y creo que sin dudas podría extenderse a otras escalas como en el caso de evaluaciones clínicas o incluso al momento de preparar una bandeja de enfermería. Habría que comenzar a usarlas sin miedo, ya que no es más profesional quien más memoria tiene, sino aquel que ofrece mayor seguridad a su paciente.

A continuación nos metimos a conversar acerca de uno de los principales problemas que claramente afecta hoy a los profesionales de la salud: la fatiga.
En las líneas aéreas la regulación vigente pone límites claros a las horas de trabajo. De hecho las sanciones por "volar vencido" son tan severas que tanto empresas como tripulantes se encargan de ajustarse a la norma.
¡Cuánto se ha naturalizado ver médicos o enfermeros exhaustos intentando descansar en algún rincón calmo de un hospital! ¿Qué pensarías si estás abordando un avión y al espiar la cabina de los pilotos los vieras agotados intentando cerrar los ojos por un rato? Me podrás decir que no es lo mismo, pero de alguna manera ambos tienen a cargo tu seguridad e integridad física. ¿O no?

Otra cuestión que queda demostrada a través de la actividad aerocomercial es que el trabajo en equipo es fundamental. Por supuesto que existen roces, egos y todo lo que ocurre en cualquier actividad laboral que involucre grupos humanos. Pero al momento de trabajar, el funcionar como una cadena de eslabones sólidos es lo que se busca y esto se logra con capacitación y entrenamiento constante. Acá hablamos sobre la relación clave entre los pilotos y la tripulación de cabina de pasajeros.

Cuando empezamos a conversar sobre los nuevos desafíos que plantea la tecnología en nuestros trabajos, Martín me dijo que actualmente se enfrentan a los cambios en la relación entre el humano y las computadoras. La inteligencia artificial ya comienza a ser un hecho y este es uno de los grandes avances que están ocurriendo. Por eso para ellos la actualización constante ya no es algo opcional. Suponemos que esto podría trasladarse en algún momento cercano al sector de la salud. De hecho algunos comienzos ya se están vislumbrando en la medicina.

Acá dejo dos fragmentos extra de la interesante charla que tuvimos. El primero acerca de que la aviación adoptó hace un tiempo algo de la salud: el concepto de "cabina estéril". Claro que en este caso no se refiere a la de ausencia de gérmenes, pero sí a evitar todo aquello que potencialmente pueda influir desfavorablemente en determinados momentos que son críticos.

El segundo es relacionado tanto a los pilotos novatos como a los médicos que recién se reciben. Para ambos las primeras horas de trabajo para ganar experiencia y especializarse se les hacen realmente muy duras. Acá Martín relata esa etapa por la que pasan casi todos los que buscan llegar a una línea aérea.

Es mucho lo que podemos importar al ámbito sanitario desde otras actividades, como la aeronáutica. Y esto no es algo nuevo que diga yo, porque ya hay profesionales de la salud que están animándose a innovar mucho. Por eso es importante que nos demos la oportunidad de pensar fuera de los esquemas conocidos con vistas a brindar un mejor servicio a nuestros pacientes.

Autor: REDACCION

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