LONDRES, 15 (AFP-NA). - El gigantesco incendio declarado
en la noche del martes en una torre de 120 viviendas sociales de
Londres causó al menos doce muertos y sumaba el miércoles críticas
de los residentes por la gestión deficiente del inmueble.
"Puedo confirmar que murieron 12 personas" pero
"desgraciadamente me temo que el saldo aumentará", declaró Stuart
Cundy, comandante de la Policía Metropolitana londinense. Muchas
personas siguen desaparecidas, advirtió.
Un anterior balance daba cuenta de seis fallecidos.
Setenta y ocho personas fueron hospitalizadas, de las cuales 18
estaban en estado crítico.
Sobrevivientes de la tragedia dijeron haber visto a gente
cayendo o saltando desde la torre residencial de 120 departamentos
y 24 pisos.
Otros testigos relataron cómo la gente dejaba caer a sus hijos
desde las ventanas para intentar, en un gesto desesperado,
salvarlos.
"Escuché gritos por todos lados y vi gente saltar desde las
ventanas. Las llamas devoraban la torre. Era un horror", contó a
la AFP Khadejah Miller que vive en un edificio aledaño y que fue
evacuado por precaución.
Después de unas 16 horas, quedaban focos del incendio en el
interior, mientras que la torre, construida en 1974, estaba
completamente calcinada.
Los bomberos consiguieron llegar a la
zona más alta y utilizaron drones para examinar las plantas
superiores.
La jefa del departamento de bomberos de Londres, Dany Cotton,
descartó la posibilidad de que se derrumbe y precisó que un equipo
de ingenieros inspeccionaba las fundaciones.
SIN SORPRESA
Aún se desconocen las causas del incendio. Pero las críticas
comenzaron a escucharse entre los residentes que denuncian la
insuficiencia de la empresa responsable de la gestión del edificio
y de las autoridades locales.
Un "90% de los residentes firmaron a fines de 2015 una petición
quejándose por la mala gestión de la empresa responsable del
mantenimiento del edificio. El administrador me amenazó
personalmente", lamentó David Collins, presidente de la asociación
de residentes de la torre hasta octubre pasado.
"Escuché que algunas alarmas de incendio no funcionaron, no me
sorprende. Estoy consternado, mortificado, pero no sorprendido",
agregó, interrogado por AFP.
Collins también señaló la responsabilidad de Borough
(municipalidad) del barrio de Kensington y Chelsea. "Les
informamos de nuestras preocupaciones y pedimos una investigación
independiente pero no nos escucharon", lamentó.
Según documentos difundidos en internet un colectivo de
residentes se había quejado en varias ocasiones estos últimos años
del estado del edificio y de los posibles riesgos de incendio.
"Nadie quiso hacer caso a todas nuestras advertencias, una
catástrofe como esta era inevitable", publicó en su blog el Grupo
de Acción de Grenfgell luego de la catástrofe.
Nana Akuffo, habitante de una torre vecina, estimó que esos
problemas "se habrían solucionado" si se tratase del barrio chic
de Knightsbridge.
Según varios residentes los trabajos de renovación del año
pasado podrían haber favorecido la propagación del fuego,
extremadamente rápida.
Gavin Barwell, el nuevo jefe de gabinete de la primera ministra
Theresa May y exministro de vivienda, fue acusado por el diario
sensacionalista de izquierda The Daily Mirror de haber cajoneado
un informe de hace varios años que señalaba el riesgo de incendio
en edificios como la torre Grenfell.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, declaró que estos
testimonios plantean "preguntas que esperan respuestas".
Un portavoz de Downing Street declaró que May estaba
"profundamente entristecida por la pérdida trágica de vidas en la
torre Grenfell".
Varios sobrevivientes lamentaron que se les haya aconsejado
permanecer confinados en sus departamentos.