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Ajuste, huelgas y presión de mercados

PARIS, 25 (AFP-NA). - La Eurozona se encontraba ayer otra vez en el ojo de la tormenta, con un duro plan de ahorro aprobado en Irlanda, la huelga general más importante de la historia de Portugal y una presión creciente de los mercados sobre España.
Tras la crisis de la deuda griega en la pasada primavera boreal, ahora el hundimiento de Irlanda bajo las deudas por las inyecciones de dinero que dio a sus bancos sembró el pánico en Europa.
Los inversores temen otra vez un contagio a otros países de frágil situación financiera, como Portugal o España.
Hay "sin duda" un "abismo" entre las situaciones económicas de España e Irlanda, declaró ayer el secretario de Estado de Economía español, José Manuel Campa. Sin embargo, la tasa de interés de las emisiones de deuda española superó ayer el 5% por primera vez desde 2002.
Presionados por los mercados, los países europeos siguen con sus planes de ajuste, en medio del descontento de sus ciudadanos.
En Portugal, maestros y profesores, bomberos, empleados ferroviarios, artistas, pilotos y médicos se unieron ayer para protestar contra el plan de austeridad del gobierno socialista, en la mayor huelga general de la historia del país, según los sindicatos.
La huelga tuvo lugar cuando el parlamento portugués se apresta a votar en forma definitiva mañana un presupuesto de austeridad sin precedentes para recortar el déficit de 7,3% al 4,6% del PIB. Este plan de ajuste incluye baja de salarios, alza de impuestos y disminución de prestaciones sociales.
En Dublín, el gobierno, al borde de la implosión, dio a conocer ayer un programa de rigor draconiano tendiente a dividir por diez el déficit público hacia 2014, del récord de 32% del PIB previsto para este año a un 3%, límite tolerado por las reglas de la Unión Europea.
Tras un recorte de las prestaciones familiares y de los subsidios al desempleo, e importantes supresiones de empleos públicos, el nuevo programa quiere ir aún más lejos reduciendo el salario mínimo.
Este plan es presentado como la condición para el otorgamiento de la ayuda financiera internacional acordada el domingo por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El monto de la ayuda alcanzaría los 113.700 millones de dólares e incluiría la imposición de un impuesto a los bancos responsables de la crisis.
Pero los ajustes y las tensiones no se limitan a los países "periféricos" de la Eurozona. En Francia, el primer ministro François Fillon presentó ayer ante la Asamblea Nacional las prioridades de su nuevo gobierno, entre ellas una amplia reforma fiscal. El gobierno conservador del presidente Sarkozy propone duros recortes para reducir el déficit del Estado en 2011 de 152.000 a 92.000 millones de euros.
Tampoco Gran Bretaña estaba al margen de las preocupaciones, y ayer miles de estudiantes volvieron a salir a las calles para protestar contra la suba anunciada de las matrículas universitarias.

Autor: firma 1

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