Editorial

Africanos amenazados


Directa consecuencia del atraso en que viven algunos países africanos, en este caso preciso Somalía, Kenia y Etiopía, donde existen los niveles de pobreza más grandes del mundo, hay al menos 500.000 niños que pueden morir debido a la malnutrición severa que padecen, por lo que están mucho más expuestos, aunque en realidad, el riesgo se extiende sobre un total de 11 millones de personas que habitan esa región en el Cuerno de Africa, región afectada por la peor sequía de los últimos 60 años.

El panorama que se vive en esos países es desolador, siendo Somalía el más duramente castigado, ya que allí la tercera parte de su población requiere de urgente asistencia alimentaria, pues la posibilidad de muerte se cierne sobre todos los afectados sin otro recursos que esperar una ayuda, o bien poder llegar a alguno de los centros de refugiados, a los que se hace muy dificultoso acceder. Uno de ellos por ejemplo, que funciona en la frontera con Kenia, sin bien está preparado para albergar a 90.000 personas ya cuenta con 300.000 refugiados, y los que todavía se pueden movilizar, continúan llegando.

El futuro inmediato es tremendo, pues en Somalía fracasó la cosecha por la sequía, y para la próxima faltan entre 4 y 5 meses, período durante el cual deberá resistir la mayor parte de su población, que viene ya castigada por una desnutrición crónica, que ahora hace estragos debido a la hambruna que se extiende hacia todos los confines de la región.

Kenia no le va en zaga en cuanto a su situación, siendo su ventaja sobre Somalía, que entre su población hay menor nivel de desnutrición, por lo cual hay una mejor resistencia a soportar los efectos de esta durísima crisis, pero salvo eso, el resto es bastante similar, pues no quedan reservas de alimentos, y también escasea el agua. Pero además, tanto en Kenia como también Somalía, donde la escasez es habitual, ahora con esta tremenda crisis los precios del combustible como así también de las pocas líneas de alimentos de los que hay disponibilidad, se han ido por las nubes, quedando al alcance de algunas pocas familias pudientes.

En cuanto a Etiopía, el tercero de los países castigados, aún estando acostumbrada su población a vivir de crisis en crisis por la hambruna, la falta de agua y el castigo de las enfermedades que no son tratadas, si bien el efecto de la sequía es algo menor, igualmente toda su estructura rural está seriamente afectada, ya que los agricultores y pastores no es que no pueden producir para aliviar en un futuro cercano, sino que ni siquiera pueden autosostenerse ellos mismos.

Quienes han estado recorriendo el campo de refugiados de Dadaab han difundido al mundo tanto imágenes como impresiones recogidas en el lugar, que son realmente dramáticas y conmovedoras, con gente muriendo ante la mirada abatida de quienes están ocupando un pequeño lugar a su lado, sin poder tener ninguna clase de reacción. En ese lugar, que hoy cuenta con 300.000 refugiados, los más seriamente afectados son los niños, que llegaron desnutridos y enfermos, con muy pocas posibilidades de recuperarse, ya que reciben una sola comida diaria y de muy bajas calorías, no contando tampoco con la asistencia médica necesaria, de acuerdo al estado que presentan.

El mundo entero debe advertirse de esta dramática situación y acudir en su ayuda, ya que el esfuerzo que se hace desde los gobiernos de los afectados aún siendo muy grande, no alcanza debido a la carencia de recursos y posibilidades. Ahora mismo se está levantando en la frontera de Kenia otro refugio que podrá recibir 80.000 refugiados, pero el mismo necesita de asistencia para su funcionamiento dentro de cierto grado de normalidad.

Alimentos, agua, medicamentos, carpas, personal especializado, son recursos que hoy faltan en esa región del Cuerno de Africa, no sólo para asistir a todas estas decenas de millares de personas, sino y muy especialmente para tratar que haya un empeoramiento, como seguramente ocurrirá pues la cantidad de afectados crece diariamente y los efectos de la sequía no desaparecerán como por arte de magia solamente con lluvias, pues si bien servirá para recuperar las fuentes de agua, en cambio demandará un lapso mayor para esperar el desarrollo de los productos que da la tierra.

Por ahora, a esos seres humanos tan castigados, les resta esperar, y confiar en la solidaridad que el mundo debe tener con ellos.

Autor: Redacción

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