El debate en torno a las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones se reavivó en la región a partir de lo que sucede en Chile, donde crecen las críticas hacia un sistema que no está en línea con las expectativas de quienes ahorraron durante su vida laboral y ahora, una vez que pasaron a ser parte de la clase pasiva, perciben haberes muy por debajo de lo que esperaban y de lo que necesitan.
En la Argentina, el sistema de las AFJP se configuró a mediados de la década del 90 bajo la presidencia de Carlos Menem cuando se impuso como verdad indiscutible que lo privado era mejor que lo público afectado por la burocracia y manchado por la corrupción. De hecho, durante su gestión que se extendió una década la ola privatizadora alcanzó a más de 60 empresas estatales entre ellas las emblemáticas Aerolíneas Argentinas, Entel, YPF y Gas del Estado.
El 15 de julio de 1994, comenzó a regir el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) que daba forma a un esquema con dos regímenes, por un lado el de reparto a cargo del Estado y por el otro al de capitalización administrado por las AFJP. Un año antes, en el marco de los debates en el Congreso sobre la reforma previsional y en su calidad de diputado nacional por la provincia de Río Negro, el ahora dirigente kirchnerista Oscar Parrilli había justificado el proyecto impulsado por el presidente Menem y su ministro de Economía, Domingo Cavallo. "Estamos absolutamente convencidos de que la reforma estructural del sistema de
previsión que hoy proponemos a esta Cámara obedece a claros principios de
nuestra doctrina y accionar políticos", dijo al defender la iniciativa.
Qué curioso, el destino quiso que el propio Parrilli ocupe un cargo clave en el 2009, cuando estaba a cargo de la Secretaría General de la Presidencia del gobierno de Cristina Kirchner, cuando se estatizaron las AFJP. Esta decisión le de eliminar el sistema de ahorro y capitalización, que tampoco gozaba de gran prestigio toda vez que era cuestionado en parte por las millonarias comisiones que las empresas le cobraban a los aportantes, le dio al gobierno acceso a una enorme caja de fondos cuya utilización no se destacaba precisamente por su transparencia.
Lo cierto es que Argentina puso al sistema de AFJP chileno como ejemplo a seguir en los años 90, como un espejo al que mirarse para implementar un régimen similar que tuvo vida por un período de 15 años, desde su creación en el menemismo hasta su extinción durante el kirchnerismo, fuerzas políticas con fuerte referencia en un caudillo pero que adquirieron poder bajo la cobertura del amplio paraguas ideológico del movimiento justicialista.
En los últimos días, en Chile unas 10.000 personas demandaron en Santiago el fin del sistema de pensiones creado durante la dictadura de Augusto Pinochet, y la implementación de uno que mejore las actuales jubilaciones de los chilenos, durante la primera marcha del año del movimiento No+AFP. Con banderas en mano, ruidosos cánticos acompañados de trompetas y bombos, jubilados y trabajadores junto a sus familias marcharon por el centro de la capital chilena protestando por el actual sistema controlado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que pagan pensiones mensuales de unos 350 dólares en promedio, considerado bajo por los manifestantes.
Hace más de cinco años que surgió este Movimiento No+AFP bajo el alero de diversos sindicatos que rechazan este sistema y que han protagonizado marchas que han superado las 100.000 personas. Las AFP fueron creadas en 1981 por la dictadura de Pinochet (1973-1990) como un pionero sistema de capitalización completamente individual tomado como modelo en varios países, con el que prometieron a los afiliados otorgar una pensión equivalente al 70% del último salario, algo muy distante de lo que ocurre en la actualidad.
En este escenario, los manifestantes demandan que se termine este sistema y se dé paso uno cuyo aporte mensual no sólo lo aporte el trabajador, sino también el empleador y el estado. La expresidenta socialista Michelle Bachelet envió al Congreso durante su gobierno (2014-2018) tres proyectos para reformar el sistema aunque sin lograr avanzar.
Por su parte, el gobierno del derechista Sebastián Piñera, quien asumió en marzo pasado, anticipó que durante el primer semestre de este año presentará un proyecto de reformas de pensiones que contendría la inclusión de nuevos actores como compañías de seguros y la creación de una AFP estatal.
El debate aún está abierto en tierras trasandinas en torno a un sistema ahora muy cuestionado pero que llegó a ser la panacea en la Argentina en tiempos del menemismo privatizador.