Editorial

Adicción alcohólica

Un estudio realizado por la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), difundida recientemente, da cuenta que el alcohol es la adicción más común entre los jóvenes. Es que según el Observatorio Argentino de Drogas, nada menos que el 70,5% -es decir 7 de cada 10- de los jóvenes admitió haber consumido alcohol, en un porcentaje muy por sobre el 35,8% que dijo haber consumido tabaco y el 16% que reconoció fumar marihuana. Un dato saliente, y a la vez preocupante, es que la edad de inicio de estas adicciones es mayoritariamente a los 13 años, lo cual da cuenta de la dimensión del problema y las dificultades serias para buscarle solución.

Existen también otras estadísticas sobre el tema, en este caso surgidas desde el Ministerio de Salud, que no hacen otra cosa que ahondar la gravedad de la situación. Es que de acuerdo con este relevamiento es que no sólo hubo una notoria ampliación de quienes consumen alcohol, sino que el abuso de la ingesta aumentó un 113% entre los adolescentes, sólo en los últimos 10 años. Lo cual es también ratificado por un informe que había difundido una consultora privada, dando cuenta que el consumo de bebidas alcohólicas había subido 20,5% en el período que va desde 2004 a 2013.

Abundando todavía más, en este caso pasando a la consideración internacional por ser un estudio de la Organización Mundial de la Salud, revelando que la Argentina es el segundo país con tasa de mayor consumo de alcohol de Latinoamérica, detrás de Chile. Esta clase de adicción, cuando entre en el exceso, incrementa notablemente el riesgo de contraer unas 200 enfermedades que son originadas, o bien alentadas, por el consumo alcohólico.

El alcohol está también estrechamente vinculado a la violencia que suele manifestarse en diversas franjas de la sociedad, especialmente en los jóvenes, yendo desde las situaciones callejeras, en los sitios de asistencia masiva por parte de la juventud -recitales, boliches y otros lugares de encuentro-, como así también en la violencia de género, siendo el alcohol un elemento habitualmente presente en las disputas hogareñas, la mayoría de las veces terminando en hechos de inusitada violencia.

Se estima que, a nivel mundial, el consumo nocivo del alcohol causa 2,5 millones de muertes cada año y que una proporción considerable de ellas corresponde a personas jóvenes. Además, las consecuencias del consumo problemático de alcohol en los adolescentes se asocian a daños cerebrales y déficit neurocognitivos, con efectos negativos sobre el aprendizaje y el desarrollo intelectual. Tales datos surgen de un estudio realizado con el apoyo técnico de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el financiamiento del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá.

En América, el alcohol es responsable del 5,6% de todos los decesos, en tanto que unos 320.000 jóvenes de entre 15 y 29 años mueren en toda la región por causas relacionadas con el alcoholismo. La Argentina no es ajena a esta problemática. Sin dudas, la mayor responsabilidad para desincentivar el consumo de alcohol en adolescentes y preadolescentes pasa por los padres. Pero resultaría aconsejable que el tema de los jóvenes y el alcohol fuera incluido en los contenidos que se imparten en la escuela. Gran parte de la responsabilidad reposa también en los comerciantes, que en un amplio porcentaje les expenden bebidas alcohólicas a menores de 18 años y en muchos casos ni siquiera solicitan el documento de identidad para comprobar la edad del cliente.

El diario La Nación había revelado, meses atrás, que si bien el 85% de las personas dice que considera muy importante que no se vendan bebidas con alcohol a menores, el 61% asume que no hace nada cuando ve a un menor tomando. Y además, de acuerdo con el estudio de la OPS y la OMS, el aumento de impuestos a las bebidas alcohólicas puede reducir el consumo nocivo, en especial de los jóvenes, y retrasar la edad de inicio de la ingesta, ya que los consumidores son muy sensibles al aumento de precios. 

Autor: Redacción

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