Locales

ADAPA fue al Concejo a solicitar el involucramiento del Estado local

En la mañana de ayer, Ana Paula Rosillo, Hugo Degiovanni, Paz Briseño, Fabiana Jaime y Gabriela Lucchini fueron recibidos por el Cuerpo legislativo para exponer “las problemáticas que nos aquejan y afectan a los rafaelinos y las agrupaciones animalistas y ambientalistas vinculados con situaciones de abandono, de maltrato animal y de las necesidad de llegar a 50 castraciones por día, tal como plantea la red de políticas públicas que es un plan a nivel nacional con el que está alineado el Estado y también nosotros como proteccionistas”
En diálogo con la prensa, Rosillo señaló además “queremos retomar el proyecto sobre aves, que presentamos en el 2018 desde ADAPA tanto al Intendente como a los Concejales con la intención de que se pueda levantar y empezar a pensar en el cambio de paradigma al respecto”.
Sobre la idea de un protocolo de intervención rápida para atender casos de abandono y maltrato, Rosillo adelantó que están trabajando “con gente del área de salud del Municipio y también con proteccionistas del grupo El Amparo y de ARPA. Ya tuvimos las primeras reuniones y comenzamos a debatir acerca de cómo deberían ser las acciones que nos permitan actuar para que estos casos terminen con cierta justicia porque vemos que se denuncian, pero luego no se avanza hacia un final concreto y la víctima (el animal) lo sigue siendo y el victimario sigue sin inconveniente”.
“Con ese fin -explicó-, lo que queremos es unificar el accionar de la administración pública, de la Guardia Urbana (GUR), de la Policía, de Los Pumas, de Gendarmería y que estemos todos alineados en la misma acción y en base a un protocolo al que puedan acudir los rafaelinos ante situaciones de maltrato animal”.
Después lamentó que “cada vez hay más casos y son más graves por eso trajimos al Concejo imágenes de perros y gatos en situación de calle con sufrimientos terribles y a veces somos los proteccionistas quienes nos hacemos cargo, pero tenemos recursos limitados. De ahí que necesitamos que esos animales puedan ser atendidos y la acción por parte del Estado, sea para contar con hogares de tránsito como para campañas de adopción y la incidencia directa en caso de maltrato animal a través de la acción pública y de la justicia”.
Con respecto a las penas por conductas de crueldad animal, la proteccionista indicó que “el Municipio en su ámbito de incumbencia si puede establecer sanciones, como multas, ante denuncia por maltrato animal, tiene potestad para hacerlo porque existen Ordenanzas que lo permiten y hay que actualizarlas y trabajar sobre ellas”.

CAMBIO DE
PARADIGMA
En relación al proyecto sobre las aves, Rosillo dijo que “es amplio y tiene que ver con un cambio de conciencia y de paradigma”.
“Lo que pedimos -amplió- es que las aves no sean molestadas ni asesinadas porque entendemos que debemos convivir con los animales que nos rodean y en una situación de empatía y de respeto. A partir de ello estamos en contra de que actualmente se utilicen los recursos de las políticas públicas, nuestros propios impuestos, para pagar el golpe con palos en las ramas de los árboles, cetrería, rayos láser, ruidos molestos, más aun cuando existen una Ordenanza contra la pirotecnia sonora. Entendemos que estos métodos son agresivos e invasivos hacia los animales porque tienen el mismo derecho que nosotros a compartir este ecosistema, que tiene que ver con nuestra ciudad, que es el espacio donde vivimos. Lo que traemos (al Concejo) es un proyecto ético, relacionado con respetar sus vidas, el ambiente y también encontrar un punto de equilibrio, una convivencia pacífica entre ciudadanos y animales”.
Como alternativa, la titular de ADAPA, expuso que “la solución tiene que ver con replicar un proyecto que se llevó adelante en la ciudad de Santa Fe, con éxito, y está vinculado a los palomares ecológicos, en donde se hace el cambio de huevos por otros ecológicos, y también se trabaja la posibilidad de plantar árboles en distintos sectores de la ciudad y lograr un arbolado mucho más abundante. Hay que entender que los pájaros van al centro porque buscan cobijo y alimento, básicamente, entonces si dejamos, como ha ocurrido por la expansión del modelo agropecuario, que toda la periferia de Rafaela esté sin árboles, es natural y normal que las aves estén aquí. En función de esto lo que planteamos es que existan reservas ecológicas en la ciudad y que las veredas y las calles sean limpiadas, tal vez mediante una propuesta público privada y otras acciones. Sabemos que esto no puede darse de un día para el otro y deben ser políticas públicas a largo plazo, pero se debe partir de un compromiso del Estado que sea ético y esté directamente vinculado con la posibilidad de educar y concientizar”.

Autor: REDACCION

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