Editorial

Acuerdo por deuda

El convenio alcanzado con el organismo que integran las 19 naciones más poderosas del mundo, abre un prometedor camino para la llegada de inversiones y una baja de tasas de interés al financiamiento privado y público. Además, representa una fuerte señal para terminar de instalar al país en el frente externo, tras la cesación de pagos de 2001.

Así lo reconocieron esta semana dirigentes políticos del frente opositor, economistas de distintas vertientes y el empresariado en pleno, sin distinción de rubros y sectores.

En esta misma línea, el periodista Guillermo Malisani opinó que el acuerdo con el Club de París se compara a los canjes de deuda de 2005 y 2010, como así también al pago total de la deuda al FMI. Un acuerdo que constituye "un nuevo paso para cerrar los efectos del colapso del 2001 y encauzar al país en el mundo financiero internacional".

El convenio para saldar la deuda por 9.700 millones de dólares en capital e intereses obliga al país a un primer desembolso de 650 millones de dólares en julio y otros 500 millones en mayo de 2015.

Para evitar una caída en las reservas del Banco Central, que actualmente orillan los 28.500 millones de dólares, la entidad que encabeza Juan Carlos Fábrega tiene avanzadas las negociaciones para conseguir un préstamo a través de operaciones de "Repo".

Este mecanismo se realiza con otros bancos centrales y a cambio se ofrece como garantía las reservas que la autoridad monetaria tiene depositadas en el Banco de Basilea.

Para Malisani, en el horizonte cercano "no aparecerán dificultades para que el Gobierno pueda cubrir estos nuevos vencimientos, ya que se espera que a partir del 2015 la salida de divisas sea compensada con el ingreso de inversiones. También las empresas internacionales celebran el acuerdo porque todo hace suponer que conseguirán financiamiento a menor costo. 

Otro que celebró el acuerdo fue el propio FMI. La directora gerente, Christine Lagarde, dijo que es "parte de un intento de Argentina de normalizar su situación. Lagarde ve este acuerdo como "parte de un proceso por el que Argentina está tratando de recuperar la posición en el panorama internacional", pese a que el FMI no participó en dicho acuerdo.

Cabe recodar que Argentina se autoexcluyó del mercado internacional de la deuda en 2001 tras declarar el mayor default de la historia. En los últimos diez años, tras haber renegociado un pasivo de cerca de 100.000 millones de dólares y obtenido reducciones de cerca del 70% por parte de sus acreedores, nuestro país ha logrado saldar el 93% de su deuda.

No obstante, y a pesar de haber logrado este acuerdo, todavía debe resolver el contencioso en los tribunales que mantiene con varios fondos especulativos estadounidenses, conocidos en Argentina como "fondos buitres", que reclaman al gobierno el pago integral de su deuda.

En este sentido, la calificadora de riesgo Standard & Poor´s consideró "positivo" el acuerdo de la Argentina con el Club de París pero aclaró que por ahora no modificará la nota de la deuda soberana del país porque continúa el "litigio" con los holdouts, que se negaron a ingresar a los canjes de deuda, la mayoría fondos buitres.

En un comunicado, la calificadora consideró que el acuerdo con el Club de París es "positivo para Argentina, ya que pretende normalizar las relaciones del soberano con la comunidad financiera internacional".

Pero advirtió que el convenio con los países acreedores "no tendrá ningún impacto directo sobre la calidad crediticia del soberano en tanto permanezca el riesgo legal concerniente a litigio que se dirime en tribunales de los Estados Unidos y las

fuentes de financiamiento sigan estando restringidas, como se encuentran actualmente".

Despejado así el horizonte con el Club de París, en el corto plazo dos serán los desafíos que tiene la Argentina: esperar el veredicto que el FMI anunciará el 6 de junio sobre las nuevas estadísticas del INDEC y luego aguardar otros seis días para saber si la Corte de los Estados Unidos acepta intervenir en la disputa argentina contra los fondos buitre.

Esos dos serán los desafíos clave más cercanos que tendrá el Gobierno y sus resultados serán determinantes para potenciar el acuerdo con el Club de París.

Autor: REDACCION

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