Tras la conmemoración internacional por la Alfabetización, la UNESCO lanza dos documentos que exponen la difícil realidad de la alfabetización y la educación de personas jóvenes y adultas en la región y en el mundo, situación que afecta a millones de personas y pone en riesgo los compromisos internacionales.
Ambos estudios invitan a pensar una nueva generación de políticas desde la perspectiva del aprendizaje a lo largo de la vida, poniendo al centro la educación y aprendizaje de las personas jóvenes y adultas como un derecho humano y social fundamental para el bienestar integral de las personas y las transformaciones económicas, políticas y sociales necesarias en el siglo XXI.
El documento de trabajo El reloj y la brújula, publicado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), analiza indicadores relativos a la educación de jóvenes y adultos. El texto se basa en el monitoreo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) y en los reportes por país del Tercer Informe Mundial de Educación y Aprendizaje de Adultos a cargo del Instituto de Aprendizaje a lo Largo de la Vida (UIL, con sede en Hamburgo).
El estudio muestra que los principales desafíos para los países de América Latina y el Caribe tienen relación con la lentitud de los progresos en este sector -lo que el documento de trabajo menciona como el ‘desafío del reloj’- situación que deja a muchas y muchos jóvenes y adultos al margen de las oportunidades educativas, de los conocimientos, habilidades y actitudes, y privados de alcanzar el bienestar integral. El documento, además, indica que muchos desafíos también están vinculados con la dirección de las políticas -el ‘desafío de la brújula’- con sentidos reduccionistas y homogeneizadores desde la acción pública, lo que precariza y fragiliza la garantía del derecho a la educación y el aprendizaje de las personas jóvenes y adultas.
Cecilia Barbieri, especialista de la UNESCO, señaló que la información indica que la oferta de los sistemas sigue limitada a la edad escolar y al espacio-escuela, orientada al logro de aprendizajes básicos y cognitivos, y con escasa vinculación con otros sectores clave, como salud, equidad de género, combate al cambio climático, entre otros. También el documento destaca desafíos críticos en materia de equidad e inclusión como, por ejemplo, que las mujeres sufran de una integración diferenciada, ya que, si bien, son las que más participan de los programas de educación y aprendizaje para personas jóvenes y adultas, estos se limitan a menudo a programas de alfabetización, mientras sus pares varones participan en otros más ligados a formación técnica. Además, el texto subraya que las personas migrantes y refugiadas a menudo están fuera del radar de quienes diseñan las políticas, y que este es el grupo que, según la información proveída por los países, más ha aumentado la demanda para participar en los programas.
Otro tema crítico que el estudio identificó es la fragilización de la educación y aprendizaje de personas jóvenes y adultas como bien público. El autor del documento de trabajo, Henry Renna, lo explica como la limitada acción del Estado como garante de este sector, debido a la baja capacidad de la institucionalidad pública de impulsar acciones, coordinar a los diferentes actores, monitorear las acciones y los impactos, asegurar formación docente y condiciones de trabajo decente y de proveer el financiamiento necesario. Sobre esto último, el documento indica que la situación es crítica, en promedio sólo el 23% de los países de la región confirma invertir más del 4% del gasto público en educación y aprendizaje de personas jóvenes y adultas en condición de rezago educativo.
En tanto, el desfinanciamiento crónico de los programas de educación de personas jóvenes y adultas hoy es objeto de una preocupación global. Por esta razón la UNESCO presentará el 10 de septiembre en París, a través de su Instituto de Aprendizaje a lo Largo de la Vida (UIL) un nuevo análisis de costos de la alfabetización. La información muestra que para que los jóvenes y adultos en los países con mayor rezago en alfabetización del mundo logren las habilidades funcionales de alfabetización y aritmética al 2030, se necesitarán USD 10 mil millones para los 20 países con las tasas de alfabetización más bajas (bajo 50%) y USD 4 mil millones los países del E-9.
A modo de aclaración, los 20 países con tasas menores al 50% son Afganistán, Benin, Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Comoros, Costa de Marfil, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Haití, Irak, Liberia, Mali, Mauritania, Níger, Senegal, Sierra Leona y Sudán del Sur. Los países del E-9 son Bangladesh, Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, México, Nigeria y Pakistán.
David Atchoarena, director del UIL, destaca esa brecha de financiación en los países señalados, donde vive la mayoría de los jóvenes y adultos con bajos niveles de alfabetización. Consideró que estos países solo lograrán la alfabetización universal para 2030 con el apoyo de la comunidad internacional.