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A 90 años de la primera nevada en Rafaela

Este 29 de agosto pasa a ser histórico. Como la foto que lleva esta crónica. Los testigos de aquel año atípico para Rafaela, contaron que la ciudad amaneció distinta y, sobre todo, toda blanca. Y hoy, se cumplen 90 años de aquella mañana. 

Una gran cantidad de nieve cubría a Rafaela de aquel 29 de agosto de 1922 y esto trajo características de fiesta popular, ya que los vecinos, después del asombro, festejaron el fenómeno climático mientras los más pequeños se deleitaban jugando con los copos de agua congelada.

Nuestro medio tiene en sus páginas de archivo que, en esa jornada, no hizo un frío intenso y que el contexto en sí, se asombraba del manto blanco que tenía la ciudad ese día.

Los comerciantes se beneficiaron con la llegada de la nieve, ya que demandaron de gruesas frazadas, braseros, carbón, remedios, entre otras cosas.

En Rafaela se vivió como un acontecimiento esta caída de nieve, siendo el comentario generalizado de todos los rafaelinos, y también gente de la región que desde diversas localidades se comunicó con los medios de comunicación para dar a conocer la novedad.

LA OPINION lo denominaba como un “acontecimiento inusitado que despertó lógica curiosidad”.

La foto: con la escasa calidad de aquel entonces, fue publicada como apoyatura de la crónica desarrollada ofrecida el martes 2 de agosto pasado. Allí se pudo apreciar no solamente la acumulación del níveo elemento en la calle, sino también el curioso aspecto que tenía el centro de la Rafaela de entonces. Aunque además, en la breve reseña recordatoria, el Diario comentó que "la ciudad amaneció con sus calles de tierra cubiertas por una alfombra blanca", para agregarse que "los comerciantes se vieron reconfortados por las ventas de frazadas, carbón, braseros, remedios y vasos chicos destinados a la colocación de ventosas".


HACE UN AÑO, LO MISMO

El lunes 1 de agosto de 2011, tal como había sucedido el 29 de agosto de 1922, se registró una modesta caída de nieve sobre nuestra ciudad. Es cierto que no fue una nevada de gran intensidad, pero sí lo suficiente como para haber dejado algunos lugares de la ciudad bajo un fino manto blanco, que le otorgaron a nuestro paisaje un aspecto desconocido.

Este fenómeno de la naturaleza, que ocurre de cuando en cuando, se había extendido por gran parte del país en ese momento, y especialmente en esta región del oeste santafesino, por lo cual esa mañana de lunes del primer día del octavo mes de 2011 será recordada por este acontecimiento que despertó la curiosidad y el interés de tantísima gente, la mayoría de la cual es probable que nunca antes había visto caer copos de nieve en forma directa, es decir, sobre su propio cuerpo.

Autor: Redacción

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