CIUDAD DEL VATICANO, ITALIA, 26 (AFP-NA). - Una
muchedumbre alegre y variopinta, entre ellos numerosos
latinoamericanos que brindaron con mate, festejaron en
la plaza de San Pedro la primera Navidad del argentino Francisco,
el papa que denuncia las guerras y las injusticias.
Abarrotada desde temprano de peregrinos de numerosas
nacionalidades para el tradicional mensaje "Urbi et Orbi", para la
ciudad y el mundo, la inmensa explanada resultaba un lugar
bullicioso y festivo, en el que resaltaban siete banderas de
Argentina en medio de las más de 70.000 personas que desafiaron el
frío y el cielo gris para asistir a la bendición navideña.
A las doce en punto del día, cuando Francisco se asomó al
balcón central de la plaza de San Pedro, el mismo desde el que
hace nueve meses se presentó al mundo como el papa llegado "del
fin del mundo", un largo aplauso lo recibió.