SEGUNDA PARTE
Prometí segunda parte y auto-nobleza obliga. La verdad es que este bendito culebrón del Cupón PBI parece no tener fin, por lo menos desde los argumentos técnicos, lo que en todo caso podrá disparar nuevos litigios contra el país. En este campo todas son especulaciones. Por el lado de la decisión política el asunto parece estar más claro. El Jefe de Gabinete de Ministros deslizó el jueves en su informe de gestión en Diputados que no se pagaría.
El tema no es menor, finalmente determinará si tenemos que poner o no USD 3.500 millones que saldrían de las reservas. Cada dólar que podamos ahorrarnos de reservas en Argentina es noticia, aunque la “forma” como lo hagamos sin duda se gana todos los titulares. Como diría un colega, que de mercados financieros internacionales sabe una bocha, “Argentina NO se juega el prestigio en esta decisión, ya lo viene empeñando hace varios años. Entonces que le hace una mancha más al tigre.
Lo importante es que Wall Street ya priceó el no pago del cupón y son los que en definitiva con sus dólares ponen el veredicto. Yo no me encargo de decir si está bien o mal, solo analizo el comportamiento del mercado para tomar acción en consecuencia”.
La verdad que el hombre no solo demuestra pragmatismo, sino sabiduría. ¿Qué significa que New York ya priceó el no pago del cupón? Que los pibes leyeron: no se paga cupón por lo tanto más masa para bonos, vayamos long bonos entonces. Y de hecho la renta fija (bonos) se fue para arriba y también las acciones ralearon (aumentaron) fuertemente. Pantallas súper verdes para los ADR´s el lunes 31/03. ¿A propósito, ya vio la cotización de YPF en New York? Yo lo haría. Eso sí, si le interesa este activo y/o algún otro ADR (American Depositary Receipt - acciones de empresas locales que cotizan en New York) le comento que son para tenerlos en cartera con un horizonte de dos o tres años de inversión (2016 – 2017) y mirarlos muy de reojo si quiere dormir por la noche. La volatilidad será alta. Si Usted es más conservador siempre se puede diversificar sabiamente bajando la exposición al riesgo. Hay mucha cartera ganadora que se puede construir. Los activos locales tienen todavía mucho valor para dar a partir del 2015.
Cierto es que podemos discutir hasta el hartazgo si corresponde o no pagar el cupón PBI de acuerdo al Anexo V del prospecto de emisión, aunque en lo personal creo que ya es decisión tomada y ahora toda la maquinaria estará puesta en “desarrollar” el marco de consistencia que soporte la decisión. Si le interesa ahondar en los argumentos técnicos que esgrimen quienes opinan que el cupón debería pagarse igual, acá le dejo la opción http://fernandocamusso.blogspot.com.ar/2014/03/27m-cuponazo-2-parte.html
En verdad todo lo que termine en “azo” parece estar al orden del día. No solo hubo cuponazo, sino también tarifazo. Ok, seamos profesionales y responsables intelectualmente, no hubo un aumento de tarifa sino una reducción gradual de subsidios que de gradual parece tener poco, puesto que la reducción se completará en agosto de 2014 con retiros que van del 20% hasta 80% aproximadamente.
¿Por qué hablamos entonces de tarifazo? Simple, porque el bolsillo no pregunta la razón técnica de su procedencia, solo sabe que ahora deberá pagar más por los servicios.
Decíamos que en Argentina se hace política monetaria bajo dominancia fiscal. Esto es se emite para financiar déficit fiscal. La emisión cuando es sostenida tiene un claro impacto en el nivel de precios. Gran parte de la inflación que existe hoy en Argentina se debe a este fenómeno, aunque no es el único.
Por añadidura, si reducimos el déficit fiscal podríamos reducir la tasa de expansión monetaria y tal vez, solo tal vez comenzar a reducir la tasa de inflación, lo cual en principio es positivo. Está claro que solo una mejora real podría generar un impacto positivo. Hasta ahora solo vemos nominalidad en nuestra economía. Atención, justo es reconocer que el último semestre el BCRA generó una fuerte absorción de pesos del sistema, mostrando que el stock de masa monetaria creció por debajo del 20% hasta febrero del 2014 cuando el ritmo de emisión en la anterior conducción del BCRA era del 30% anual.
Todo esto para decir que en principio una reducción de subsidios es positiva, aunque el impacto fiscal será bajo o nulo. ¿Por qué? Porque los aproximadamente USD 2.000 millones de ahorro en realidad parece que serán reasignados. De todas formas atenti, primero todo va a rentas generales, así que habrá que ver si se crean fondos específicos, de lo contrario a esperar un redireccionamiento de partidas ex post.
¿Pero entonces, es positivo o no una reducción de subsidios? Desde mi punto de vista es positivo en la medida que se den las señales correctas. Primera señal, ahorro fiscal. Segunda, reducción gradual de la quita. A mi juicio esto es clave. Los argentinos “acostumbramos” nuestros bolsillos a un nivel dado de tarifas durante muchos años. Un aumento fuerte significa una caída en el poder adquisitivo que obviamente impactará con más fuerza en los que menos tienen. En criollo, ajuste, lo que reducirá aún más el nivel de actividad. Es por este motivo que decíamos hace tiempo que el auto debía entrar al service hace un par de años. Ahora el motor sufrió más de lo aconsejable y costará sensiblemente más ponerlo en condiciones.
Por algo la economía es llamada la “ciencia maldita”, si no la vas teniendo a tiro, luego te sacude con ganas. Estos son los problemas que tiene la política con la economía que hace que no se lleven bien en algunos momentos. Primero el idilio del noviazgo, pero luego empieza la convivencia. Mientras la segunda le habla de equilibrio intertemporal de las variables macroeconómicas, la primera solo piensa en ciclos de elecciones y capital político, de modo que exprime la naranja todo lo que puede dejando casi nada de jugo para más adelante. En fin, razonable sería una negociación de partes.
SUBSIDIO AL GAS
Una perlita. Tomemos el caso del gas. Algunos medios publicaron una tabla sobre el impacto del retiro de subsidios para las diferentes categorías residenciales. La mayoría de los medios solo publicó el importe de subsidios que recibe o recibía un usuario de la menor categoría del servicio, o sea R1. A este usuario que paga $20 por bimestre le corresponde $105 de subsidio. Si tomamos como ejemplo un usuario R3-1 del servicio de Gas en CABA, se puede ver que este paga o pagaba por bimestre un promedio de $ 77. El subsidio para esta categoría no está publicado, pero sí su reducción total que será de 33%. Entonces, si un usuario R3-1 pagaba $ 77 y terminará pagando $ 227 con una reducción final de 33%, una simple regla de tres nos da que el subsidio que esta categoría recibía en CABA era de $ 450 por bimestre.
Solo en tren de comparación, si tomamos la misma categoría R3-1 pero para un usuario de Rafaela (Santa Fe), vemos que este recibe un subsidio de entre $ 25 y $ 30 aproximadamente por bimestre. Acá no hay que hacer ningún cálculo dado que reza en la propia factura. O sea en CABA el subsidio al servicio residencial de gas es aproximadamente 15 veces mayor que en Rafaela (Santa Fe). ¿Pavada de diferencia no?
Los números no mienten, salvo que las publicaciones hayan sido incorrectas. Cierto es que aún no hay información disponible sobre cómo se aplicará en Santa Fe y cuál será el impacto al bolsillo, sin embargo, sería interesante conocer las razones de tamaña diferencia. ¿A usted qué le parece?