Lo colectivo: desafío y estrategia en tiempos de incertidumbre

Suplemento Economía 29 de noviembre de 2020 Por REDACCION
“Si ha de existir una comunidad en un mundo de individuos, sólo puede ser (y tiene que ser) una comunidad entretejida a partir del compartir y del cuidado mutuo…” Bauman, Z.
FOTO MDT / UTN RAFAELA MARIANA DEMARCHI. Destaca la red social entre instituciones y vecinos en barrio Villa Podio para buscar en forma conjunta a los problemas del sector.
FOTO MDT / UTN RAFAELA MARIANA DEMARCHI. Destaca la red social entre instituciones y vecinos en barrio Villa Podio para buscar en forma conjunta a los problemas del sector.

Por Mariana Demarchi *

Pensar estrategias de intervención frente al contexto actual de crisis estructural (sanitaria, económica, política y ambiental) desde la Psicología, y en particular desde el ámbito de la Psicología Comunitaria se torna imperante por lo menos para aquellas y aquellos que creemos que tenemos una responsabilidad en lo colectivo. En ese marco, la interpelación a nuestras prácticas se vuelve significativa y sumamente indispensable: ¿Cuál puede ser el aporte teórico, práctico y transdisciplinar de la Psicología Comunitaria? Este impasse - pausa ilusoria y real - que llegó abruptamente y golpea a nivel global, y local, en todas sus dimensiones sociales, culturales y económicas: ¿Puede ser la oportunidad para transformar? Frente a éste mundo de individualismo y exclusión: ¿Se pueden pensar intervenciones que impliquen la dimensión de lo colectivo? Ante la premisa que la salud mental también es salud: ¿Cómo se puede intervenir para preservarla o promocionarla? Y seguimos ¿cuál puede ser el aporte desde nuestras prácticas?
Junto a las alumnas y al equipo de la Cátedra Práctica Profesional Supervisada en Intervención Social y Comunitaria de la Carrera Licenciatura en Psicología de la UCSE-DAR (Departamento Académico Rafaela) nos hemos planteado construir algunas aproximaciones e intentar ensayar respuestas a estos (y muchos otros) interrogantes emprendiendo un proceso colectivo, a partir de reflexionar cómo nos atraviesa ésta pandemia, como sujetos, como grupo humano, y en el ejercicio de nuestras acciones futuras en las comunidades y en los contextos territoriales que transitamos. Las crisis, cada una con sus particularidades, se manifiestan de diversas maneras, pero siempre atravesando a los sujetos, en sus singularidades, y a las comunidades y territorios, en sus procesos sociales y comunitarios.
Débora Kestel (2020), directora de Salud Mental de la OMS, comenta que el virus al cual estamos haciendo frente afecta a toda la población, sean ricos o pobres. Todos los miembros de la sociedad estamos reaccionando a lo que está sucediendo, que consiste en una lucha compartida entre la protección de nuestras vidas y la de los demás, y proteger los medios por los cuales podemos subsistir. Afirma que cada uno de nosotros y nosotras está siendo afectada en su salud mental, y lo que está sucediendo es un impacto masivo de miedo, ansiedad, preocupación y estrés. Ante esto propone, a lo que consideraríamos una vía favorable de intervención, la asistencia descentralizada.
Es así, que será vital que las intervenciones desde la Psicología Comunitaria apunten a la creación de espacios en donde los movimientos colectivos de empatía, altruismo y solidaridad se visibilicen, fomenten sensaciones de identidad y pertenencia a la comunidad, y vuelvan a establecer la percepción del apoyo comunitario frente al aislamiento, para cambiar la situación como forma de afrontar, colectivamente, lo sucedido. Construir lugares de encuentro, aún desde la virtualidad, que sirvan para acceder a una comprensión y elaboración de lo que está aconteciendo, del impacto subjetivo y social, desde la propia lógica de los sujetos sociales. Operando y resultando a través de la praxis social, de la acción colectiva, del vínculo, del proteger y cuidar, del aprender de la experiencia, del ser con otros y otras, de la asunción como sujetos sociales de poder y del reconocimiento de la salud como propia. Entendiendo y procurando que las comunidades tengan una concepción sociopolítica, que oriente a la reflexión y a la acción, donde primen los lazos sociales, el compartir y el cuidar mutuamente.
A su vez, resulta indispensable leer la realidad con nuevas perspectivas, ampliando la mirada y abriendo al diálogo de los múltiples actores. La articulación y las relaciones entre: Universidad, Territorio (con sus actores sociales e institucionales) y Estado surge como desafío y estrategia para la tramitación y gestión de lo imprevisible de éstos tiempos. Como así también, la generación y/o sostenimiento de las redes en la comunidad es esencial, no solo desde las distintas secretarías o instituciones del gobierno local, sino entre los mismos actores y referentes territoriales.
Bajo éste horizonte nos encontramos hoy, en vinculación con las y los actores sociales e institucionales del Barrio Villa Podio de la ciudad de Rafaela, constituyendo y conformando una Red territorial en el sector. Facilitando, sosteniendo y fortaleciendo las relaciones de cooperación, de confianza, de proximidad (real y virtual) a través del encuentro, la reflexión y la acción, poniendo en valor lo colectivo y lo comunitario. Resulta significativo resaltar los y las agentes e instituciones que forman parten de la red, por su rol activo y comprometido, y por la heterogeneidad y diversidad: Centro de salud N° 4, Jardín Municipal N°2 “Magdalena Bruno”, Escuela N°652 “Villa Podio”, Comisión vecinal Barrio “Villa Podio”, Asociación civil “Vecinos autoconvocados del Barrio Villa Podio”, Capilla San Francisco de Asís, DIAT (Dispositivo de Abordaje Territorial), Asociación civil “Umbral”, vecinos y vecinas del barrio, además de la UCSE y de la Secretaría de Desarrollo Humano de la Municipalidad.
En este espacio de construcción permanente, de conocimiento y reconocimiento de los otros y otras, como legítimos actores del proceso, el diálogo aparece como una herramienta clave. Se empiezan a identificar las necesidades, a explicitar las problemáticas y a gestar las iniciativas y posibles propuestas de acción, enfatizando los recursos (tangibles e intangibles) disponibles y propios de la comunidad. Además, la circulación de la palabra, la escucha atenta y empática, va permitiendo fortalecer las relaciones y encontrar un espacio de acompañamiento y apoyo social. Aún queda mucho por emprender y transitar, estamos convencidas y convencidos que la combinación del diálogo, las alianzas y la construcción de visiones compartidas frente a los desafíos actuales, configurarán un modo diferente de dar respuesta, promoviendo las capacidades colectivas del territorio y la puesta en marcha de acciones transformadoras.
No podemos saber cómo saldremos después de atravesar ésta pandemia, podríamos imaginarnos salir de ella definitivamente solos, agresivos, competitivos, o bien podríamos pensar salir de ella con un gran deseo de solidaridad, cooperación e igualdad, claramente ésta última premisa nos orienta y nos alienta a continuar bajo éste proceso de aprendizaje y construcción colectivo.

(*) El presente artículo forma parte de la nueva serie de aportes al debate y la reflexión que hacen a diario LA OPINION alumnos de la Maestría en Desarrollo Territorial, la cual se dicta desde hace 10 años en el ámbito de la Facultad Regional Rafaela de la Universidad Tecnológica Nacional - www.mdt.frra.utn.edu.ar -

Referencias bibliográficas
-Zygmunt Bauman. (2006) “Comunidad, en busca de seguridad en un mundo hostil”. España: Siglo XXI
-Kestel, D. (2020). “Habrá que atender la salud mental de la gente en todos los sitios: trabajo, colegios, centros sociales...”. El País, 19 de abril de 2020. Obtenido el 25 de abril de https://elpais.com/sociedad/2020-04-19/habra-que-atender-la-salud-mental-de-la-gente-en-todos-los-sitios-trabajo-colegios-centros-sociales.html


REDACCION

Redacción de Diario La Opinión de Rafaela
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